PATRIMONIO

La restauración de la capilla de San Vicente de la Seo, en marcha

Un equipo de especialistas trabaja desde hace dos meses en la recuperación de un gran cuadro del siglo XVIII de 6,8 por 4,4 metrosLa pintura, de gran calidad y muy dañada con el paso del tiempo, no tiene autoría probada.

Dos de las restauradoras, en pleno trabajo con el lienzo, de enormes dimensiones.
La restauración de la capilla de San Vicente de la Seo, en marcha
OLIVER DUCH

La 'inauguración' de la catedral de la Seo tras las obras de restauración, hace doce años, dejó pendiente la recuperación integral de parte de las capillas laterales. Desde entonces hasta hoy se ha trabajado en alguna de ellas, y ahora le ha tocado el turno a la de San Vicente Mártir.

La empresa Arca S.L. trabaja desde hace un par de meses en uno de los elementos más significativos y monumentales de la capilla, la pintura 'San Vicente arrojado al mar'. Los trabajos los está dirigiendo la restauradora Carmen Usúa, que coordina a un equipo de especialistas integrado por Iván Senosiain, Ana Cervantes, Inma Gimeno y María Jaime.

'San Vicente arrojado al mar' es un óleo sobre lienzo de enormes dimensiones, 4,4 por 6,86 metros, del que se intuye que fue realizado por uno de los grandes pintores españoles del XVIII, aunque la autoría, de momento, no se ha podido establecer.

"Estamos trabajando en eso, el cuadro está en fase de estudio -señala Carmen Usúa-. Sabemos que es de buena factura y esperamos encontrar un documento que nos diga quién lo hizo. Pero, de momento, no ha habido suerte".

La pintura se encontraba en muy mal estado, hasta el punto de que puede decirse que se ha intervenido justo a tiempo para evitar males mayores. "Este cuadro es una enciclopedia de las patologías que puede sufrir una obra de estas características -relata la restauradora-. Y es que las padecía todas: había sufrido oscurecimiento por el humo de las velas, quemaduras, desgarros, intervenciones poco afortunadas, hongos, humedad, pérdida de película pictórica...".

El primer paso fue el desmontaje del lienzo, tarea delicada dada la envergadura de la obra. Luego se procedió a la consolidación de la película pictórica allí donde amenazaba con desprenderse. De este modo, se ha conseguido conservar el máximo de pintura original que ha llegado a nuestros días. Pero se han realizado muchas tareas más.

El equipo de trabajo, por ejemplo, ha tenido que eliminar 68 parches que se colocaron en una restauración del siglo XIX. Un siglo antes, la rotura de una ventana le había producido un desgarro. Hoy estos daños son prácticamente inapreciables. "Hemos hecho más de 500 injertos y soldaduras de hilos", relata Carmen Usúa. Se han eliminado repintes y colas antiguas que deformaban la tela y la ondulaban. También se ha reestucado el lienzo, rellenando las lagunas con estuco tradicional (cola animal y carbonato cálcico con fungicida).

Un nuevo museo catedralicio

"El último paso será la reintegración de la pintura perdida, que se hará con acuarela. Luego volveremos a colocar el cuadro en su emplazamiento original, y acabaremos la obra, daremos los últimos retoques y la reintegración final, en el propio andamio", explica Carmen Usúa.

La restauración no se limita, lógicamente, al lienzo, sino que se ocupará del marco, de madera tallada de pino dorado y formado por 23 piezas.

Los trabajos, que costea Caja de Ahorros del Mediterráneo, acabarán a finales de enero de 2011. No hay financiación todavía para emprender la recuperación del resto de los elementos de la capilla, pero el Cabildo la está buscando. "Desde que se acabó la restauración del templo hemos intentado impulsar nuevas obras y recuperaciones, porque quedaron cosas pendientes -subraya el deán, Manuel Almor-. Ahora hemos terminado unas importantísimas obras en la fachada trasera, donde se habían detectado problemas de humedades, y las obras las ha costeado el Cabildo. La CAI sigue en su labor de restaurar tapices, y nosotros queremos ocuparnos ahora de la sala capitular y la sacristía, y de construir un nuevo museo catedralicio".