PATRIMONIO

El recuerdo a los fallecidos en Teruel, presente en la inauguración del Museo Diocesano en Zaragoza

La infanta ha apadrinado la inauguración del nuevo Museo Diocesano de Zaragoza y la rehabilitación de varias capillas y las dos torres del Pilar.

Doña Cristina fue recibida por el presidente aragonés
Recuerdo a los fallecidos en Teruel en la inauguración del Museo Diocesano
JOSÉ MIGUEL MARCO

Poco antes de las seis de la tarde, la infanta Cristina ha llegado al Museo Diocesano acompañada del alcalde de Zaragoza, el presidente del Gobierno de Aragón y numerosas autoridades políticas y religiosas. Con muchos aplausos ha sido recibida la infanta que ha recogido de manos de unos niños un ramo de flores.


La infanta ha descubierto una placa conmemorativa en el Salón del Trono del remodelado Palacio Episcopal de Zaragoza que acoge el nuevo museo y que ha sufrido una importante remodelación que ha dejado al descubierto los restos romanos, románicos, mudéjares y góticos. 


El acto solemne ha comenzado con un recuerdo a los seis miembros del reten contraincendios fallecidos, el pasado sábado, en un accidente de helicóptero en Teruel. El secretario general de la Congregación de los Obispos, monseñor Manuel Monteiro de Castro, ha sido el encargado de abrir el acto de inauguración, al que han asistido las máximas autoridades políticas y eclesiásticas de Aragón, con una oración por los «tristemente fallecidos», para que «el señor les abra las puertas del paraíso», ha dicho.


Posteriormente se ha llevado a cabo la bendición del lugar. El arzobispo de Zaragoza, Don Manuel Ureña,  ha pronunciado unas palabras de agradecimiento a las instituciones, familias y personas que han colaborado en la rehabilitación, como el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza, el Grupo Santander, Telefónica, Acciona, Endesa, Ibercaja, CAI, Multicaja y Cajalón, entre otras.

Numerosos asistentes de calado

Al acto han asistido el presidente del Gobierno de Aragón, «a pesar de su resfriado», según ha comentado Don Manuel Ureña;  el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina, al Justicia, Fernando García Vicente, y el Delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Fernández, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch acompañado de a su mujer;  la consejera de presidencia del Gobierno de Aragón, Eva Almunia, Luisa Fernanda Rudi, el Rector de la Universidad de Zaragoza, el presidente de Telefónica y los presidentes de Cajalón y Multicaja, junto a otras autoridades y presonalidades laicas y religiosas.


El presidente del Banco Santander se ha retrasado lo que ha provocado un lapsus en los agradecimientos de Don Manuel Ureña, que ha corregido poco después: «Se me había colado el agradecimiento al Banco Santander».  El arzobispo ha agradecido también a Don Elías Yanes su trabajo porque «creó las condiciones económicas para estas obras».


La infanta ha descubierto la placa entre aplausos y tras la bendición y los discursos ha dedicado unos minutos a contemplar las obras del nuevo Museo Diocesano, para posteriormente desplazarse hasta la basílica del Pilar.


En la calle le esperaban alrededor de 800 personas que querían ver a la infanta y al resto de las autoridades. Algunos llevan desde las tres de la tarde de pie.

Visita a las capillas restauradas

En la basílica del Pilar la infanta ha visitado las capillas restauradas, para dirigirse posteriormente a la Santa Capilla, donde se está celebrando un acto litúrgico en el altar mayor. Alrededor de las 20.00, se ha estrenado la nueva iluminación de las torres desde el Puente de Piedra. Un concierto de campanas a cargo de Francisco Llop cerrará la jornada.


La capilla de San Juan Bautista es una de las más populares y significativas de la basílica, porque guarda en su interior la apreciada escultura del Santo Cristo del Pilar. Ha sido restaurada gracias a la aportación (230.000 euros) de la familia Muñoz Fraile. La cúpula y las pinturas eran los elementos más deteriorados.

Las capillas y las torres

La capilla de San Antonio de Padua, ubicada junto a la sacristía mayor, cuenta con pinturas de Luzán y un retablo de Ramírez de Arellano. Se ha restaurado gracias a la fundación Bartibás-Herrero (200.000 euros).


También se va a presentar la restauración de las torres más modernas de la basílica, contruidas después de que Francisco Urzaiz y su esposa, Leonor Sala, decidieran donar al templo el importe de su construcción. Las torres fueron terminadas en 1961 y, aunque sufrían daños, su estado no revestía gravedad. Buena parte de lo que se ha hecho han sido tareas de limpieza, consolidación y renovación del sistema de iluminación y antipalomas. Los trabajos en la torre de San Francisco de Borja han sido costeados por Telefónica (1,9 millones) y los de la torre de Santa Leonor por el Banco Santander (1,6 millones).