PATRIMONIO

La ermita víctima de la 'apatía' institucional

El templo de Santa Quiteria, en Encinacorba, es uno de los escasos ejemplos de gótico más pritimivo y propiedad del Arzobispado de Zaragoza y se encuentra en un estado lamentable de conservación

Imagen de las pancartas reivindicativas plantadas ante la ermita hace unos días.
La ermita víctima de la 'apatía' institucional
HERALDO

Hace unas semanas la ermita de Santa Quiteria, en el pueblo de Encinacorba, cerca de Cariñena (Zaragoza), apareció rodeada de pancartas reivindicativas en las que se denunciaba el "abandono", la "dejadez", la "desolación", la "desidia" y la "apatía" de que está siendo objeto este inmueble. Y eso a pesar de tratarse de uno de los escasos ejemplos del gótico primitivo de la provincia zaragozana.

 

La idea de esta original protesta partió del maestro Juan Antonio García Casanova y su mujer, la médico Esther Auré, que hace ya un año emprendieron una campaña para salvarla de la ruina. La plantada de los carteles reivindicativos coincidió con la celebración de una romería a un lugar cercano. "La ermita ya no se utiliza como paridera, pero su interior ni siquiera se ha limpiado todavía y corre peligro de seguir deteriorándose y venirse abajo en cualquier momento", describe Juan Antonio García.

 

Aunque en 1982 la Dirección General de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura incoó procedimiento para su declaración como Monumento Histórico-Artístico, en 1985 se modificó está categoría por la de Bien de Interés Cultural. En 2002 el Gobierno aragonés rebajó esta protección a Bien Catalogado de Patrimonio Cultural Aragonés.

 

Juan Antonio García achaca el desinterés por la ermita a la "falta de entendimiento" entre todas las partes implicadas, desde las instituciones hasta el propio Arzobispado de Zaragoza, que como propietario del edificio tiene el deber de conservarlo y mantenerlo. "Nosotros escribimos al Arzobispado y nos contestaron que, por su parte, estaban dispuestos a hablar del tema con el Ayuntamiento, pero hasta ahora nadie ha dado ningún paso", se queja este docente.

 

Todo el mundo se lava las manos. El alcalde de Encinacorba, Luis Mateo, reconoce que la ermita se encuentra en un "estado lamentable", pero insiste en que la administración local carece de recursos económicos suficientes para llevar a cabo las obras de conservación. Los únicos trabajos que se van a emprender, según explica Luis Mateo, pasan por tomar alguna medida de protección para impedir que la gente pueda acceder a su interior y evitar así posibles accidentes.

 

Desde el departamento de Cultura del Gobierno aragonés insisten en la propiedad eclesiástica y confirman que a corto plazo no hay prevista ninguna intervención.

 

El Justicia de Aragón también ha tomado cartas en el asunto. Ante la denuncia que recibió de esta pareja, sugiere que se coordinen "responsabilidades" y "esfuerzos" para solucionar el deterioro de la iglesia, y se tomen las "oportunas y prontas medidas" para su conservación. Asimismo se recomienda a la comarca Campo de Cariñena y al Ayuntamiento de Encinacorba que soliciten las ayudas que en el futuro puedan ofrecerse en los planes de restauración de bienes inmuebles de propiedad eclesiástica elaborados por la Diputación Provincial de Zaragoza.

Juan Antonio García y Esther Auré no van a cejar, ni mucho menos, en su empeño. Su próxima iniciativa: "Nuestro objetivo es que los vecinos se conciencien de la importancia de esta pérdida pora poder crear alguna asociación que luche unida por la ermita".