PATRIMONIO

La DGA deja escapar también la compra de una pieza del retablo de Lanaja subastada en París

El Departamento de Cultura ofreció un precio fijo de 25.000 euros por la tabla, que finalmente se vendió por 67.000.

La obra. La 'Crucifixión' es una obra de 141,5 x 100 cm, que podría estar fechada entre 1440 y 1450. Se atribuye al pintor Blasco de Grañén.
La DGA deja escapar también la compra de una pieza del retablo de Lanaja subastada en París
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La política cultural del Gobierno de Aragón vuelve a quedar en evidencia al haber dejado escapar de nuevo la compra de una valiosa pieza del patrimonio de la comunidad: una tabla del siglo XV atribuida a Blasco de Grañén y que pertenece al retablo de Lanaja. Esta vez -a diferencia de lo que ocurrió con el retablo de Benabarre- el Ejecutivo sí tenía constancia de que la obra se subastaba el miércoles en París e, incluso, había mostrado su interés por considerarla "muy valiosa". Pero la DGA -que no acudió a la casa de subastas el día de la venta- fijó de antemano un precio máximo que resultó insuficiente y que hizo que una pieza del patrimonio aragonés quedara de nuevo en manos ajenas.


La tabla -que podría estar fechada entre 1440 y 1450- se subastó en la casa Delvaux de París. El Departamento de Educación, Cultura y Deporte consultó previamente a los responsables de la puja y decidió fijar en 25.000 euros el precio máximo que ofrecería. "Los informes de Delvaux estimaban que ese era el importe más alto por el que se iba a vender. Esos datos están muy estudiados y decidimos fijar nuestra oferta en 25.000 euros", explicaron ayer fuentes del Departamento.


Sin embargo, durante la subasta un comprador -cuya identidad no ha trascendido- subió la cantidad hasta 67.000 euros y se llevó la tabla. Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con Delvaux para conocer quién adquirió la tabla.


La Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) había exigido ya el martes al Gobierno que adquiriera la tabla para cumplir el artículo 22 del Estatuto de la comunidad y hacer realidad el regreso del patrimonio. No obstante, el viceconsejero de Cultura, Juan José Vázquez, ya advirtió que el interés por conseguirla existía, pero que "no se podía comprar a cualquier precio". "Desgraciadamente, estos hechos son un síntoma de que Aragón carece de política cultural y patrimonial", respondió ayer Apudepa.


"No sabíamos si era de Lanaja"

Una vez vendida en París la pieza, el Departamento restó importancia a esta pérdida de patrimonio y aseguró que no tenían la certeza de que la tabla fuera originaria de Lanaja. "Sabíamos que era de Blasco de Grañén, pero no teníamos la certeza de que proviniera del retablo de Lanaja. Se necesitan muchos y profundos estudios para determinarlo", comentaron fuentes de Cultura.


Ante esta polémica y la del retablo de Benabarre, la consejera del ramo, María Victoria Broto, se ha mantenido desde el principio en silencio argumentando que no tiene "ningún comentario" -como dijo en la comisión de las Cortes del miércoles-, y dejando en manos del viceconsejero todas las explicaciones.