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Isabel Coixet: "Trabajo de forma muy salvaje, sin disciplinas"

Isabel Coixet
Isabel Coixet: "Trabajo de forma muy salvaje, sin disciplinas"
EFE

Japón y España tienen más cosas en común de lo que imaginamos, y la directora barcelonesa Isabel Coixet intenta demostrarlo en 'Mapa de los sonidos de Tokio', donde ofrece su visión personal de la ciudad nipona. Coixet regresa a los cines con una historia de amor entre Ryu (Rinko Kikuchi, la adolescente sordomuda de 'Babel'), una asesina a sueldo, y David (Sergi López), un español que intenta superar el suicidio de su novia.

"Mi forma de trabajo es muy salvaje y no me pongo disciplinas", afirmó Coixet, en una entrevista, aclarando que a la hora de afrontar un nuevo proyecto no se marca ningún reto. "Me gustan las historias y personajes que me prenden", apuntó la directora, que en numerosas ocasiones ha explicado que el origen de Mapa de los sonidos de Tokio surgió cuando visitaba el mercado de pescado de Tsukiji y una chica que trabajaba allí se negó a que la fotografiara.


La historia, escrita en Barcelona pero gestada en Tokio, cobró forma cuando Coixet imaginó que esa mujer de aspecto frágil pudiera llevar una doble vida. Así se puso a escribir el guión de su último filme, en el que también se entrelazan la historia del señor Nagara, un poderoso empresario que llora la muerte de su hija; y la del narrador de la película, un ingeniero de sonido obsesionado con los sonidos de la ciudad japonesa y fascinado por Ryu.


"Tenemos más cosas en común con Japón que cosas que nos separan", consideró Coixet, una apasionada de la cultura japonesa. La película, además de la historia de amor y sexo, hace una radiografía a la ciudad mostrando la cultura, las costumbres de sus habitantes, los paisajes y el universo culinario.

No son tan raros


Según Coixet, los españoles y los japoneses se parecen en que, por ejemplo, cuando están comiendo, siempre están haciendo alusiones a comidas pasadas o a lo que van a cenar esa noche. "En eso, Japón y España son iguales", explicó la directora, quien se molesta cuando escucha decir que los japoneses "son raros".


No obstante, quiso aclarar que el Tokio que se ve en su filme es el suyo propio, "inventado". "Me gusta la ciudad, porque mezcla el mundo de los rascacielos con pequeños barrios, llenos de artistas, tiene sitios muy diferentes", afirmó Coixet sobre una ciudad de 13 millones de habitantes en la que, sin embargo, "se respira paz".


Respecto a la historia de amor y los encuentros sexuales en 'Mapa de los sonidos de Tokio', que la directora ambienta en uno de los 'love hotels' de Tokio (en concreto en una habitación decorada como un vagón de metro), señaló que no quiso centrarse en el final de la historia.

Juegos y fantasmas


"Me interesa más el viaje que el final de una historia de amor", afirmó, recordando que en el caso de su último filme la joven Ryu encuentra la redención a través del amor, mientras que David (que regenta una tienda de vinos en Tokio) se consuela con ella por la pérdida de su novia. "Los juegos y fantasmas muestran el vínculo que une a dos personas", agregó.


En este caso, la historia de amor dista mucho de la que Coixet mostró en 'Elegy', su anterior filme. Ahora muestra un idilio en el que el sexo está tratado más desde el punto de vista femenino. "Era una relación diferente, con un vínculo también diferente", dijo en relación a la película protagonizada por Penélope Cruz y Ben Kingsley.


A la espera del estreno de 'Mapa de los sonidos de Tokio' en los cines el próximo viernes, Coixet prosigue con los trabajos de su parte dentro del Pabellón de España en la Expo de Sanghai 2010 "que está dando mucho trabajo y va muy avanzado". Recién llegada de la filmación de un documental sobre el mar de Aral (entre Kazajistán y Uzbekistán), Coixet adelanta muy poquito sobre el que será su próximo filme de ficción, en el que "quizá no viaje tan lejos de España" y abandone los escenarios internacionales.