ARQUEOLOGÍA

Hallan en la localidad zaragozana de Mara el filtro de agua más antiguo de Aragón

El hallado en Segeda tiene paralelismos con el que en su día se encontró en el Castillo de Doña Blanca, en Cádiz, un sistema de depuración que fue fechado entre los siglos VII y VIII antes de Cristo, y ambos demuestran que antes de la dominación romana ya había un importante desarrollo técnico aplicado a la potabilización y abastecimiento de agua.

Un equipo de arqueólogos ha encontrado en el yacimiento celtíbero de Segeda, situado en la localidad zaragozana de Mara, el filtro de agua potable más antiguo hallado hasta la fecha en la Comunidad de Aragón.


Así lo ha indicado el director de las excavaciones, Francisco Burillo, quien ha explicado que sí existen referencias de sistemas similares de potabilización de agua de lluvia en yacimientos de otros puntos de la península Ibérica.


El hallado en Segeda tiene paralelismos con el que en su día se encontró en el Castillo de Doña Blanca, en Cádiz, un sistema de depuración que fue fechado entre los siglos VII y VIII antes de Cristo, y ambos demuestran que antes de la dominación romana ya había un importante desarrollo técnico aplicado a la potabilización y abastecimiento de agua, según ha indicado Burillo.


El que se ha encontrado en este yacimiento de Mara, en la comarca de Calatayud, tiene más de 2.100 años de antigüedad, aunque por el momento no se ha podido datar con más precisión, pero sí se tiene la certeza de que estaba en uso cuando la ciudad de Segeda fue arrasada por los romanos, en el año 153 antes de Cristo.


"Se trata de un sofisticado sistema", dotado de conducciones que recogían el agua de lluvia en el tejado de la casa y que la dirigían a un filtro formado por una placa de plomo perforada, ha indicado el director de las excavaciones.


El filtro retenía impurezas y el agua acababa en un depósito del que se abastecían los habitantes de la casa en la que estaba instalado, una lujosa vivienda, a tenor de la dimensión y de diversos restos que se han hallado entre las ruinas que se han ido desenterrando.


A su juicio, "la casa era una auténtica mansión, de casi 300 metros cuadrados, con un patio central y once habitaciones, una edificación que rompe con el concepto de primitivismo que teníamos de los celtíberos".


El yacimiento de Segeda es uno de los más importantes de la Celtiberia, amplio territorio que se extendió por parte de lo que hoy son las comunidades autónomas de Aragón, Navarra, La Rioja, Castilla-La Mancha y Castilla y León.


Aquel histórico territorio se extendía por una superficie de unos 62.000 kilómetros cuadrados y Segeda era una de sus ciudades de referencia, a orillas del río Perejiles y cerca del valle del Jalón, corredor natural de comunicaciones entre el mar Mediterráneo y la Meseta Central.


Burillo ha destacado que se calcula que Segeda llegó a tener unos 400 habitantes y que ocuparon una ciudad cuyo recinto amurallado delimitaba un total de 17 hectáreas, mucho mayor que otras conocidas ciudades celtíberas como Numancia, que tenía 7,6 hectáreas.


En el yacimiento de Segeda se vienen realizando excavaciones arqueológicas desde el año 1998, el trabajo de campo se lleva a cabo durante los meses de verano y el resto del año se dedica a investigar en laboratorio los restos recogidos sobre el terreno.