"No me es posible, por mis circunstancias presentes, estar ahí con ustedes, pero sí me da alegría saber que todas y todos pongáis interés en ver este documental en el que hablo de mi persona, mis sentimientos, vivencias y esperanzas. Espero que, aunque esté en prisión, les gusten los pasos que estoy dando, los de baile y los de mi vida futura. Que les alegren el alma y los sentíos. Si quieren verme en directo, solo tienen que esperar hasta agosto y contratarme". Así reza un extracto del comunicado de Salvador Contreras Navarro, 'el gitano poeta' de la prisión de Daroca; sus palabras fueron leídas en el salón de actos de CAI Independencia por Javier Mesa, codirector del cortometraje del mismo nombre. Ese primer esbozo de expresión pública de este cantaor y bailaor calé, originario de Murcia, ya daba una idea de lo especial que es este personaje cuya vida parece una tragicomedia, y que desde ayer se ha instalado en el corazón del centenar de personas que acudieron a conocer de primera mano su historia.

Rubén Pérez Barrena es el otro firmante de este empeño fílmico al que Salvador ha puesto guión, mano a mano con Mesa. Todo es fruto del Taller de Cine de la prisión, que lleva cuatro años alumbrando esfuerzos de calidad notable, como el exhibido ayer dentro de la iniciativa Proyectaragón.

Salvador lleva un año en Daroca; pidió el traslado de otro centro para estar con su hermano José, también interno en Daroca. Son dos de los trece hermanos Contreras Navarro, familia de cante y baile, humilde y afectada por las 'cornás' de la vida. Salvador está en la cárcel por un delito menor. "Mejor no airearlo: no es nada terrible, y está a punto de pagar su deuda", comentaba Mesa. En agosto se colgará el corto en Internet (en la web revistalaocaloca.com) y se abrirán las puertas de la prisión para Salvador, imagen que cierra el corto. Rubén Pérez la explicaba, además de abundar en los planos cortos al rostro del interno. "Es un mapa de su vida: la tristeza, la expresividad de unos sentimientos siempre a flor de piel, las cicatrices". Las imágenes también se recrean en sus zapatos -la puntera derecha más desgastada- y en la visión del patio a través de los barrotes, que convierten al espectador en un interno más por dieciocho minutos.

Buena parte del equipo técnico está compuesto por internos, y la factura general del trabajo es sobresaliente, con un detalle de valor: no se pretende santificar a Salvador, ni juzgarlo, ni saber qué le llevó allí. Se habla de sentimientos e ilusiones de futuro. El empeño de Mesa y Pérez es eliminar prejuicios; una idea que les motivó hace cinco años a comenzar este programa, que contó con el empujón inicial de la Semana de Cine de Fuentes de Ebro (SCIFE) y que además de 'El gitano poeta' ya tiene otro trabajo en la red, 'Guitarras, laúdes y carros de basura', con la historia de otro preso. La revista digital Oca Loca, de la que ayer se hacía eco la contraportada de HERALDO, es el vehículo que galvaniza buena parte de las actividades culturales de la cárcel.

Salvador cerraba su comunicado con versos. "Que nunca nos falte un sueño por alcanzar/un proyecto que realizar/algo nuevo que aprender/un amigo por quien luchar/Regala tu sonrisa a quien se la merezca/tu amistad a quien te valore/tus lágrimas a quien te comprenda/y la fe, que nunca se pierda". Ahí queda eso.