CLÁSICA

Gergiev incorpora más de 200 voces aragonesas a la obra magna de Mahler

El Coro Amici Musicae interpretará la 'Sinfonía de los mil' con el director del Mariinsky

"Imagínese el universo entero vibrando y resonando. En esta ocasión no se trata de voces humanas, sino de planetas y de soles en plena rotación". Con esta metáfora grandilocuente trataba Gustav Mahler de explicar a un amigo cómo iba a sonar su 'Sinfonía nº 8', que fuera luego bautizada como 'Sinfonía de los mil' por la inusual cantidad de instrumentistas y cantantes necesarios para su interpretación.

 

En esos "planetas" y "soles" se convertirán las humanas voces de los más de 200 miembros del coro del Auditorio de Zaragoza, Amici Musicae, bajo la batuta del prestigioso director ruso Valery Gergiev, responsable del gran Teatro Mariinsky de San Petersburgo.

 

Será en una magna producción donde se unirán la orquesta del citado coliseo, Amici Musicae (con sus tres secciones: adulta, juvenil e infantil) y el Orfeón Pamplonés y su Escolanía. La 'Sinfonía nº 8' se escuchará en Pamplona el 4 de noviembre y en el Auditorio de Zaragoza el 5 de noviembre, en una cita realmente única para los aficionados a la música.

 

Y muy importante para un coro, ya que -a diferencia de otras sinfonías- en esta la masa coral no es un acompañamiento, sino verdadera protagonista. "Es una obra muy bonita y espectacular, y difícil de poder oír en directo porque necesita una gran orquesta, dos coros adultos, uno infantil y ocho solistas muy potentes. Aunque parezca que con todo eso podría haber un caos, no es así porque la estructura es perfecta", aclara Andrés Ibiricu, director de Amici Musicae, que lleva desde marzo trabajando con los cantantes adultos esta obra monumental (los infantiles están a cargo de Isabel Solano). Ibiricu dice que hace 20 años, cuando Amici Musicae empezó su andadura, "jamás hubiera imaginado que pudiésemos llegar a este nivel".

 

Pero lo han hecho, a pesar de no ser un coro profesional, sino de personas aficionadas a la música y entregadas a un compromiso que los ha hecho afrontar con éxito desafíos como actuar el año pasado junto a la Filarmónica de Israel, bajo la dirección de Zubin Mehta.

 

Ibiricu, que en los próximos días se concentrará con los cantantes en la localidad oscense de Campo para trabajar intensamente, dice que la oportunidad de participar en la 'Sinfonía de los mil' es "algo muy especial para nosotros". Lo será por el reconocimiento de su calidad que supone haber trabajado con Gergiev, que se define como un "guardaespaldas de la música clásica" y es una de las batutas más respetadas actualmente (y que grabó esta obra con la Sinfónica de Londres el año pasado). Pero también por la experiencia de un trabajo tan "complicado".

 

La 'Sinfonía nº 8' fue compuesta por Mahler en 1907, pero no se estrenó hasta 1912 (la dirigió él mismo). Dedicada a su esposa Alma, Mahler esbozó esta partitura en apenas 8 semanas, influido por la música religiosa del 'Veni Creator Spiritus' y por el poema de Goethe 'Fausto'. "Mis otras composiciones son tráficas y subjetivas, pero esta es una enorme fuente de alegría", afirmó Mahler. Y así habrá se ser.