El mito de San Jorge, según Nesquens y Guirao

Hace casi dos décadas ya, Fernando Lalana e Isidro Ferrer firmaron un divertido álbum: 'Te quiero Valero' (DGA, 1994), que pronto se convirtió en un gran éxito. Glosaba, con humor, la leyenda de San Jorge, la doncella y el dragón, y ha conocido varias reediciones (la última de ellas en Delsan, en 2005) y ha sido un libro estimulante en colegios, bibliotecas públicas y en muchas casas.

Daniel Nesquens, ese incansable trabajador que mezcla el humor y la percepción de la vida cotidiana, y el gran ilustrador David Guirao han decidido hacer su propia versión del mito. En este caso, los editores son tres, de APILA: Edu Flores, Raquel Garrido y Ramón Garrido. El libro ya está en la calle. Es un álbum de gran formato, que emula las películas en cinemascope o las grandes obras de los últimos tiempo, como 'Avatar', 'El señor de los anillos' o 'Harry Potter'. La propuesta global es original en otros aspectos: el dragón es más fiero, acaba con todo hasta con un forzudo herrero y no le importa sembrar riachuelos de sangre y de espanto a su paso, el rey está igualmente desesperado, la princesa es lánguida y oriental y tiene tanta paciencia como belleza, y el héroe no parece demasiado seguro con la espada ni capaz del todo en acabar con "la agonía del pueblo. Los niños podrán correr de un lado para otro sin ningún temor".

Con esos elementos, Nesquens construye su San Jorge, de montañas y explanadas, de incertidumbre, y David Guirao hace el suyo: personal, complementario, de gran fuerza expresiva. Guirao opta por la fuerza, por la épica, por la espectacularidad: juega con los guiños al cine, con las atmósferas sombrías de Caravaggio y Ribera, y crea una pieza formidable, que impone, que asusta, que estremece en su ambición y en su atrevimiento expresivo. El gran formato le da al libro una sensación de grandeza, de aventura e incluso de peligro latente.

También hay escenas-enigma, escenas de un gran lirismo, como las de la jaima, con esas lunares luces de oro y sueño, escenas de gran expresividad donde la propia naturaleza es como un gran dragón. No sabemos si este 'San Jorge y el dragón', que ya tiene traducción al catalán, será el éxito del Día del Libro, pero sí sabemos que no dejará indiferente a los niños: les llenará de temor, de aventura, de poesía y de amor sus mejores sueños. Y a veces sospechas que, más allá del feroz dragón de afiladas garras, también hay un tigre al acecho.