EXPOSICIÓN

El CDAN abre las puertas a Ordesa, Loarre y Huesca

'El paisaje en la cabeza', del artista Albert Gusi, se inaugura esta tarde, a las 19.00, y podrá visitarse hasta el próximo 6 de marzo en el centro museístico oscense.

Albert Gusi en una de sus instalaciones.
El CDAN abre las puertas a Ordesa, Loarre y Huesca
RAFAEL GOBANTES

¿Cuántas personas retratan la Cola de Caballo? ¿Se atreve usted con los mandos de una Wii a disfrutar del paisaje de la Hoya o callejear por Huesca? Estas propuestas y otras más lejanas como tres vientos captados en planchas de fotografías o el 'Camp Nou' trasladado por dos días al pueblo más pequeño de Cataluña se muestran en el CDAN de Huesca. Todas ellas componen la exposición 'El paisaje en la cabeza' del artista Albert Gusi, una muestra que se inaugura esta tarde, a las 19.00, y que podrá visitarse hasta el próximo 6 de marzo en el centro museístico oscense. El artista catalán, que ha expuesto en la Bienal de Roma o en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, capta con su cámara todas estas experiencias.


Tal vez por la cercanía, en kilómetros y en tiempo, los dos proyectos que Gusi ha realizado en Huesca ocupan un lugar privilegiado. En la gran sala de la primera planta, los mandos de una Wii permiten al visitante recorrer la Hoya y Huesca. Son imágenes tomadas desde la torre del homenaje del castillo de Loarre y desde la catedral, que se han montado a modo de videojuego para que el visitante disfrute de los encantos del territorio. La segunda propuesta altoaragonesa se encuentra en la sala de proyecciones. Se trata de un vídeo de 30 minutos en el que se recoge el ir y venir de gentes a la Cola de Caballo de Ordesa un sábado de julio. Cada vez que alguien dispara, sube el contador.


Pero la acción más espectacular será, si se consiguen todos los permisos, las cuatro pelotas de playa gigantes rodando por el glaciar del Aneto. Esperan poder realizarlo a partir de marzo. "¿Podremos subir? ¿Habrá nieve? ¿Se atascarán?", preguntó el artista, quien hizo hincapié en que quiere "que hable el majestuoso glaciar antes de irse" y en que no se trata de convertirlo en una playa, sino de darle vida y fuerza. Serán montañeros y voluntarios quienes capten, si finalmente se realiza, esta acción.