MÚSICA

El Ayuntamiento de Zaragoza clausura el club Oasis

Gerencia de Urbanismo ha cerrado temporalmente la sala Oasis, situada en la calle de Boggiero, por carecer de licencia y detectar problemas de seguridad. Los empresarios del local han recurrido la medida ante los juzgados para conseguir levantar la clausura, pero de momento ayer se tuvo que suspender un concierto y hoy se ha tenido que trasladar el de Quique González a la Casa del Loco. La Policía Local se personó en el local y ordenó el cierre de esta conocida sala de fiestas del Casco Histórico, que lleva abierta desde hace doce años sin tener los preceptivos permisos acordes a su uso actual. Con antelación, el local, que en 2009 cumpliría 100 años, funcionaba con una licencia antigua.


Las mismas fuentes explicaron que se acordó tomar esta determinación tras haberle denunciado y requerido en “numerosas ocasiones” que subsanasen varias deficiencias relacionadas con las salidas de emergencia, los sistemas eléctricos y las vías de evacuación del establecimiento que reúne cada fin de semana a cientos de personas. Desde Urbanismo, se recalcó que hasta llegar a la clausura de cualquier local de ocio de Zaragoza, pasa un largo periodo de tiempo y se realizan varias llamadas de atención a los propietarios para que arreglen los defectos que los inspectores localizan. De hecho, precisaron que la medida se decreta hasta que se corrijan estos pormenores.


Ante el cierre temporal, los empresarios se vieron obligados ayer a suspender la celebración del 13 aniversario de El Páramo, en la que actuaban Silvia Sola, El Factor Humano y El Hombre Lento. Se ha anunciado que este concierto se realizará en otra fecha, aunque todavía no se ha concretado. El importe de las entradas se reembolsará en el bar El Páramo.


Mientras, la actuación de Quique González, prevista para hoy a las 22.00 en la sala Oasis, se ha trasladado a la Casa del Loco.


Los portavoces de la empresa, Alberto Baranda y Jesús Gómez, aseguraron que llevan invertidos más de un millón y medio de


euros en la reforma del edificio desde que asumieron su explotación en 1996. Baranda explicó que en 2002 presentaron un proyecto de instalaciones ante el Ayuntamiento para la obtención de la licencia, y que desde entonces se les ha ido pidiendo modificaciones que han cumplimentado. “No es un local conflictivo y hemos programado multitud de actividades en coordinación con el Ayuntamiento. No es un barecito, sino una empresa legal que hace todo lo posible para cumplir la normativa y tiene en nómina a 20 personas”, explicó Baranda.


Su socio Jesús Gómez incidió en que se ha aportado “toda la documentación” para regularizar la situación. Su preocupación es máxima, ya que para el día de Nochevieja han vendido 450 entradas, por lo que el perjuicio económico se irá agrandando conforme pasen los días.

Los portavoces de la sala Oasis confían en que se levante el cierre de la sala Oasis en breve, ya que para el día 29 tienen audiencia en el Juzgado Contencioso-Administrativo número 2 de Zaragoza. “Si esta situación de cierre sirve para que nos regularicen, bienvenido sea”, concluyó el empresario Alberto Baranda.