TEATRO

Dos hombres y un secreto a voces

Rafael Campos y Francisco Ortega. Más de veinte años sin actuar, dedicados a la enseñanza y a dirigir, el uno los teatros de La Estación y Principal de Zaragoza; el otro, el Centro Dramático de Aragón y la programación de espectáculos de la Expo. Ahora vuelven juntos: 'El uno y el otro'.

Francisco Ortega (izquierda) y Rafael Campos, en la trastienda de Teatro Arbolé.
Dos hombres y un secreto a voces
J. M. MARCO

Francisco Ortega la engendró, Rafael Campos la gestó y el catalán Joan Ollé está siendo la comadrona en el parto de la criatura. Luego, los padres serán los únicos responsables de que prospere. Evidentemente, no se trata de un bebé, sino de una obra teatral: 'El uno y el otro'. Ortega y Campos regresan como actores después de más de dos décadas dedicados al teatro, pero no como intérpretes. Campos es, además, el autor del texto de este retorno, que verá la luz ante el público el 5 de mayo en Teatro Arbolé.

"Ha habido dos génesis del asunto: una, que teníamos muchas ganas de actuar, y la otra, de unas conversaciones informales con Miguel Garrido, con quien llegamos a hablar de montar 'Esperando a Godot'. Cuando Miguel murió, retomamos el proyecto y pensamos en Joan (Ollé), que es un magnífico director", explica Ortega. Si la memoria no le falla, la última vez que subió como actor a las tablas fue a mediados de los 70.

"Paco me planteó la posibilidad de hacerlo, en parte como homenaje a Miguel, como si fuera una especie de promesa. Habló con Joan y lo embarcamos en este proceso con su equipo, trabajar con él es un lujo", dice Campos.

Ollé, por su parte, bromea: "Un día me llama Paco y me dice: 'Tengo algo extraordinario que contarte'. Pensé que le habían ofrecido dirigir la Expo de Shanghái, que se había enamorado de Carla Bruni o que iba a ser presidente del Zaragoza...". Confiesa que aceptó dirigirlos "por amistad", pero matiza: "Si cuando leí el texto me hubiera parecido mal, hubiese reaccionado en consecuencia, pero me ha parecido estupendo".

El Uno y el Otro

En 'El uno y el otro' solo hay dos personajes, que aparecen denominados sobre el papel precisamente así. Rafael Campos asegura que, cuando le pasó el texto a Paco Ortega, le dijo que eligiese él mismo cuál prefería interpretar. Escogió el Otro y Campos se quedó con el Uno. Según el propio autor, son "dos tipos que se refugian del mundo en una especie de encierro o exilio, sin un lugar concreto, y están en situación de espera".

Al preguntarle sobre su punto de vista, Joan Ollé afirma rotundo: "Yo no veo personajes, veo a Rafa y Paco. Javier Cercas dice que una novela solo es la cantidad de palabras que la componen. Y con una obra de teatro pasa lo mismo. Aquí, personajes creo que no hay: hay personas disfrazadas de un texto. Aunque uno será más irritable que el otro". El director catalán, responsable de 'El ángel exterminador' que se vio en la Expo y de 'La hora en que nada sabíamos los unos de los otros' (producida por el Centro Dramático de Aragón), es consciente de que el regreso a la escena de Campos y Ortega "debe dar morbo en Zaragoza". Pero dice jocosamente que "tras dirigir a Vargas Llosa tres veces, me siento capaz de todo". Tanto Ortega como Campos ponen entonces cara de buenos chicos y juran que serán "muy disciplinados y haremos todo lo que Joan nos diga".

Mientras posan para la foto, Ollé exclama paternal: "¡Ay, mis niños!". Y Campos pide a Ortega con rechufla: "No me despeines". Está claro que esto es algo más que un trabajo al uso. "Me encanta que no nos guíe la profesionalidad. Ensayar es pasar un rato juntos y salir mejores personas y mejores artistas", comenta Ollé. ¿Y el espectador? "Podrá darse cuenta de la 'cocina', en sentido positivo, y a cada uno le llegará una cosa diferente", sentencia.

Campos y Ortega no dejan de mencionar otra colaboración importante, la de Teatro Arbolé: "Lo que está haciendo Arbolé es supergeneroso, que en un momento de crisis se involucre en un proyecto de esta manera es destacable".