"Una persona afortunada, amante de este país"

Un recorrido biográfico por la figura de quien fuera profesor, cantautor, escritor y político.

Labordeta, en el Congreso.
"Una persona afortunada, amante de este país"
EFE

José Antonio Labordeta Subías nació en Zaragoza el 10 de marzo de 1935, en el número 1 de la calle del Buen Pastor, donde su familia regentaba el colegio Santo Tomás de Aquino. Hijo de Miguel Labordeta y Sara Subías, vino al mundo en el seno de una familia “pequeño-burguesa e ilustrada”, como él mismo contaba.


Labordeta cursó sus Estudios Primarios en el Colegio Alemán de Zaragoza, de donde pasó al colegio familiar, el Santo Tomás de Aquino, para estudiar el bachillerato. Se matriculó en Derecho, carrera que abandonó en el cuarto curso para finalmente licenciarse en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza. Durante sus años universitarios, asistió con cierta asiduidad a la tertulia del Niké, un histórico café ubicado en el Casco Viejo de Zaragoza donde se daban cita los intelectuales y artistas de la época. Fruto de esta actividad surgió la revista que marcó los comienzos literarios de Labordeta: ‘Orejudín’, con seis números publicados entre 1958 y 1959.


Una vez licenciado, se trasladó a la región francesa de Aix-en-Provence. Tras dos años de lectorado en la Universidad de Provenza, su hermano Miguel le animó a preparase las oposiciones de Enseñanzas Medias, como profesor de Geografía, Historia y Arte. En 1963 las aprobó y fue destinado al Instituto Nacional de Bachillerato ‘Ibáñez Martín’, en Teruel. Poco antes de trasladarse a su nuevo destino, el 29 de septiembre de 1963, se casó con Juana de Grandes, a quien conoció durante la universidad y con quien tendría tres hijas.


Los años en Teruel


La estancia de José Antonio Labordeta en Teruel duró los siete años comprendidos entre 1963 y 1970. En este lugar entró en contacto con una realidad social, la del mundo rural y el Aragón más deprimido, que hasta entonces le era desconocida. En 1968 impulsó, junto con Joaquín Carbonell y Cesáreo Hernández, el nacimiento de lo que años más tarde se llamaría “canción aragonesa”. Como resultado de este esfuerzo común surgió el primer disco conjunto.


Un año más tarde, en el 69, y todavía en Teruel, se formó el germen de ‘Andalán’: Labordeta y Eloy Fernández Clemente, a quien conoció durante su labor docente en el Colegio Menor San Pablo, idearon la creación de una publicación quincenal que creara una conciencia aragonesa, algo inexistente hasta ese momento.


El retorno a Zaragoza y ‘Andalán’


En 1970, José Antonio regresó a su ciudad. Al año siguiente, Eloy Fernández Clemente, recién nombrado jefe de estudios del colegio Santo Tomás de Aquino, se trasladó también a la capital aragonesa. Corría septiembre del 72 cuando, una vez establecidos ambos en Zaragoza, donde podían contar con muchos más medios humanos, dieron forma a lo que hasta entonces solo era un proyecto: la publicación quincenal ‘Andalán’, que tuvo grandes consecuencias culturales, políticas e incluso sociales.


A través de sus páginas, se desarrolló una gran labor de creación de una conciencia propia de Aragón, favorecida por la búsqueda de las raíces y el asentamiento de unos pilares que permitieran hablar de la, hasta entonces inexistente, identidad aragonesa.


Su vuelta a Zaragoza también sirvió para impulsar su carrera musical y poética. Durante los años finales del franquismo, en sus recitales desafiaba a las dificultades, prohibiciones y censuras, y sus canciones se convirtieron en auténticos himnos, como es el caso de ‘Somos’ y ‘Canto a la libertad’.


En los años 80, solicitó una excedencia y abandonó la docencia. A partir de entonces, se dedicó por completo a la música, a colaboraciones de carácter periodístico y, de manera eventual, a la interpretación en cine y televisión. Participó en la adaptación de la obra de Camilo José Cela ‘Del Miño al Bidasoa’, emitida por Televisión Española. Esta misma cadena emitió su popular programa ‘Un país en la mochila’, en la que recuperó una idea gestada en uno de sus libros. La serie consistía en un conjunto de viajes a pie por diferentes comarcas españolas, que Labordeta recorría mostrando sus paisajes y sus gentes. En 1991 recibió la medalla “Juan de Lanuza” y decidió retirarse de los grandes conciertos.


Durante años, continuó con su carrera literaria y musical. En el año 2009, fue el pregonero de las fiestas del Pilar de Zaragoza. En diciembre de ese mismo año, el Consejo de Ministros acordó concederle la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, reconociendo de esta manera su labor y trayectoria como profesor, cantautor, escritor, presentador y diputado por Chunta Aragonesista en el Congreso durante dos legislaturas.


En marzo del año 2010 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza, la misma en la que cursó sus estudios de Filosofía y Letras. En septiembre de ese mismo año, le fue entregada la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio en un acto privado celebrado en su domicilio, al que asistieron los ministros de Defensa y Educación.


Su carrera política


Políticamente, Labordeta siempre apoyó de diversas formas la lucha por las libertades. En las primeras elecciones democráticas compareció en las listas del Partido Socialista de Aragón, en cuya fundación estuvo presente. En 1979, apoyó las candidaturas del Partido Comunista. Volvió a la política activa presentándose en las listas para el Senado de Izquierda Unida en 1989.


En 1996, encabezó la lista de Chunta Aragonesista para las elecciones generales. Cuatro años más tarde, en las generales del 2000, este partido consiguió un escaño en el Congreso de los Diputados. Labordeta se trasladó a Madrid y tomó posesión del cargo de diputado en el Congreso.


Desde su escaño en el hemiciclo, se opuso frontalmente al trasvase del Ebro, incluido en el Plan Hidrológico Nacional diseñado por el Partido Popular, en esos momentos en el poder. También mostró su oposición a la invasión de Iraq, leyendo un poema de su hermano Miguel, ‘Severa conminación a los ciudadanos del mundo’, en el Congreso de los Diputados. En un par de ocasiones llegó a un enfrentamiento verbal con varios diputados del Partido Popular.


En las elecciones generales del año 2008, José Antonio Labordeta ya no se presentó como número uno por Chunta Aragonesista, relegando a un segundo término su vida política.


Su faceta literaria y musical


José Antonio Labordeta fue principalmente conocido como cantautor, al ser una de las voces más representativas de la canción aragonesa. Llegó a la música a través de la poesía, muy influido por su hermano Miguel. En 1959 publicó su primer libro de poemas, ‘Sucede el pensamiento’. Tras su llegada a Teruel publicó las ‘Sonatas’, en 1965. También de estos años es el libro ‘Cantar y no callar’, y su primer disco del mismo título.


A partir de 1975, la temática aragonesa pasó a convertirse en el eje de sus canciones. ‘Cantata para un país’ supuso el punto de inflexión entre la etapa de su preocupación por los temas sociales y la que habría de seguir. Su producción musical fue abundante a lo largo de varios años: ‘Las cuatro estaciones’ (1981), ‘Qué queda de ti, qué queda de mí’ (1984), ‘Aguantando el temporal’ (1985), ‘Tú y yo y los demás’ (grabado en directo en Madrid con Paco Ibáñez, Imanol, Sabina, Ruibal y Ovidi Montllor, 1987), ‘Qué vamos a hacer’ (1987), ‘Trilce’ (1989), ‘Canciones de amor’ (1993), ‘Recuento’ (grabado en directo en el Auditorio de Zaragoza, 1995), ‘Paisajes’ (1997), ‘30 temas’ y ‘Con la voz a cuestas’ (2001). Desde finales de los 80 había decidido retirarse de los grandes escenarios, para proseguir su trabajo musical a otro ritmo y de otra manera.


Su obra literaria es extensa, pues a lo largo de su vida publicó varios poemarios y obras narrativas: 'Tribulatorio', 'Método de lectura', 'Tierra sin mar'... En los últimos años plasmó en papel sus recuerdos del tiempo en que fue diputado en Madrid, que tituló ‘Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados’. Su última obra, ‘Regular, gracias a Dios’, en la que reflexionaba sobre su vida y su enfermedad, se publicó este mismo año.