EL VALOR DE LA ORIGINALIDAD

Artesanía de botones y gominolas

Jóvenes creadores mostraron ayer en el parque Palomar sus divertidas propuestas de moda. Los visitantes pudieron comprar originales prendas y complementos.

Vicky enseña algunas de sus creaciones a una cliente en el mercadillo del parque Palomar
Artesanía de botones y gominolas
OLIVER DUCH

“Qué monos, unos ‘baturricos’...”. Una mujer y su madre observan divertidas las creaciones de Eslab en los tenderetes que ayer ocuparon gran parte del día las inmediaciones de la Terraza Terraluna, en el parque Palomar de Zaragoza. Pero pronto ven que los ‘baturricos’ son, en realidad, zombies con la boca cosida. Nada es lo que parece en el Mercadillo de Jóvenes Creadores, donde un botón puede servir para sujetar el pelo o las gominolas para adornar un marco de fotos.


La idea de las gominolas es de Victoria Andrés, que con el nombre de ‘Vicky’ presenta por primera vez al público sus divertidas creaciones que, hasta ahora, solo conocían sus amigos. “He traído algunas de las cosas que suelo hacer en mi casa y quizá en el futuro me lance a venderlas en las tiendas. ¿Has visto este collar? Parece de metal pero es de madera”.


Durante todo el domingo, decenas de visitantes se acercaron para curiosear entre las creaciones artesanales de estos jóvenes artistas. Y muchos se sorprendían de lo asequible del precio. “Es algo habitual, piensan que la ropa o los complementos artesanos son muy caros y luego descubren que cuestan menos que una camiseta en unos grandes almacenes”, señala Susana Barrabés, que junto a Mapi Chueca forma la marca Suma. Tras una temporada vendiendo en su propia tienda, se han lanzado a recorrer el mundo para tomar nuevas ideas. “Hemos ido a Puerto Rico, Argentina, Chile... -enumera Susana-, y pronto nos pondremos a diseñar nuevos complementos”.

El valor de la originalidad


La ropa es la especialidad de Humo y Lagujapincha, dos creadores que comparten tenderete en la terraza. “Son piezas únicas, hechas a mano”, señala Humo, cuyo verdadero nombre es Andrés Jarabo. Noelia Nasarre está detrás de Lagujapincha y diseña, sobre todo, ropa de mujer y niño. “No seguimos la moda, nos inspiramos en libros, música, gente que vemos por la calle... y el resultado resulta mucho más original”.


Algunos creadores, como la cubana Larissa Sarduy, apenas tienen experiencia mercantil. “Pero ya tengo nombre y eslogan”, afirma, orgullosa. Su marca es Jolongo y se anuncia como “Diseño, forma y color danzan en cueros”. Toda una declaración de intenciones