ENTREVISTA

Álvaro Urquijo: "En la música, la longevidad es un valor"

Regresa esta noche al frente de una banda ya legenderia. La cita es a las 21.30, en la Oasis.

Álvaro Urquijo.
Álvaro Urquijo: "En la música, la longevidad es un valor"
MARTA PICH

Cuando un grupo visita una ciudad suele hacer piropos de ella y de su especial conexión con la audiencia local, pero en el caso de ustedes hay hechos palpables y cariño a prueba de bomba.

Así es. Zaragoza es buen rollo, saber que vas a tocar y no sentirlo jamás como trabajo, sino como disfrute. Cuando saqué disco en solitario, en el 98, el primer bolo fue en Oasis: me dieron un apoyo tremendo, muy importante para alguien que llevaba 20 años en un grupo y se lanzaba a la aventura. Aunque hablo en nombre de toda la banda. Aragón siempre nos recibe bien: el otro día, en Huesca, lo pasamos de maravilla.

¿Qué tienen los Secretos, que crean una devoción total, hasta el punto de que sus seguidores probablemente no tolerarían un cambio de rumbo estilístico?

Si comparamos el mundo de la música con el mar, te encuentras con que el agua, que serían las notas musicales, está ahí para todos, ya seas novísimo, underground o más clásico. Nosotros tenemos un sonido y una forma de actuar que van junto con la idea de honestidad y humildad: no hacemos las cosas por pasta, nos mueve hacerlas bien, quedarnos contentos. Creo que la gente nota eso y lo valora. Si Jackson Browne va a tocar donde estoy, por ejemplo, acudo con los ojos cerrados, ya venga con banda, piano o a guitarra pelada.

Cada concierto, por muy populares que sean las canciones, destila emociones distintas.

Veo importante que eso quede claro. Salvando las distancias que nos separan de estas grandes figuras, nunca preguntan a Van Morrison o Neil Young por cambios estilísticos o renovación sonora. Ellos, como nosotros, tras varias décadas de carrera andan con una ruta, y la gente se engancha a la estela si quiere. Hacer música es apostar por la calidad, y en este terreno, creo que la longevidad es un valor. Nosotros no vamos de estrellas, el público nos siente cercanos.

Las preguntas sobre los que ya no están son difíciles de soslayar con Secretos. ¿Cómo manejan esas ausencias tan potentes?

Ha sido duro, pero la gente nos ha ayudado mucho. Empezamos desde cero, primero sin Canito, que era el líder del grupo junto con mi hermano Enrique. Luego, con Pedro Díaz, notamos un avance de un año en apenas una semana. Canito murió en 1980, Pedro en el 84 y luego mi hermano en el 99.

Tras este tercer mazazo, ¿se plantearon el adiós definitivo?

Sí. Pensamos en dejarlo, pero la compañía y las radios recopilaron más de 2.000 e-mails de gente que nos daba motivos para seguir. Los conservo: decían cosas alucinantes. Sentimos que había que seguir. Estaremos siempre agradecidos.