Feria del Libro 2013

Ventosa y optimista, comienza la Feria del Libro de Zaragoza

Este viernes tuvo lugar la inauguración oficial de la Feria, que cuenta con más de 250 autores y 52 casetas. Guillemo Fatás fue el encargado del pregón en la antigua Capitanía General.

Inauguración de la Feria del Libro
Inauguración de la Feria del Libro_5
A.A.C

Ventosa y optimista, así comenzó este viernes la Feria del Libro de Zaragoza. A pesar de las inclemencias del tiempo y la crisis económica que afecta a todos los sectores, y más si cabe al cultural, 52 casetas levantaron la persiana, que permanecerá abierta hasta el próximo 9 de junio, en ambos lados de la plaza de Aragón.


A las 19.30 de la tarde, comenzaba la inauguración oficial con la visita de organizadores y autoridades a las casetas participantes. El pregonero, Guillermo Fatás, catedrático de Historia y ex director de HERALDO, saludó uno a uno a los libreros, antes del pregón inaugural que tuvo lugar sobre las 20.30 en la antigua Capitanía General.


Optimismo entre los participantes

Los participantes en el evento afrontan esta Feria con optimismo y esperanza. Manuel Laviña de la librería Albareda aseguraba: "Este año se presenta muy bien, el Día del Libro fue mejor que años anteriores así que esperamos que esto también lo sea". A lo que añadía: "El tiempo ni es malo ni es bueno, lo hacemos nosotros, lo que cuenta es la actitud".


Por su parte, Raquel Tello de la librería Central afirmaba: "Esperamos que vaya bien pero da un poco de miedo el tiempo. Tenemos un gran oferta de autores y libros así que tenemos confianza". 


Fernando, de la Editorial Onagro, más cauto, explicaba: "Todavía es pronto, tenemos la incertidumbre de si podremos vender lo mismo que otros años pero siempre hay un hilillo de esperanza, el viento amainará y la gente se animará".


Un discurso de apoyo y reconocimiento

El presidente de la Comisión Permanente del Libro de Zaragoza (COPELI), Joaquín Casanova, fue el encargado de presentar el acto de inauguración en el interior de la antigua Capitanía General, en el que también participaron la consejera de Cultura, Dolores Serrat, el director gerente de Zaragoza Cultural, Juan José Vázquez y el pregonero, Guillermo Fatás.


En el día en que cumplía 50 años en el sector de las letras, Casanova hizo hincapié en que "los libros rejuvenecen" y en la importancia de la feria zaragozana como "una de las preferidas por los autores para venir a firmar". 


Vázquez remarcó la trascendencia de los libros "como alimento intelectual" de la sociedad. Además de recordar que "una ciudad rica tiene el presente asegurado, mientras que una ciudad culta tiene futuro". No quiso despedirse sin desear el "mayor éxito comercial" a los participantes y afirmar que toca "competir con el tiempo, que es el mal menor en estos momentos".


Por otro lado, Serrat agradeció a "todos los que hacen posible esta feria" que se "ha consolidado después de más de 30 años". La consejera aseguró que son días "de fiesta de la cultura" y que no se trata solo de comprar sino de "debatir, reflexionar y enriquecerse en torno al libro". Por último, definió este valioso objeto como "un generador de emociones, de disfrutar o sufrir, que genera sonrisas y llanto" y animó a los más jóvenes a acercarse a esta feria y "a comprar y leer".


Guillermo Fatás, pregonero oficial de la Feria del Libro, hizo un breve repaso a la historia y sentido de la palabra librero. E insistió en que como profesor es "autor y librero", "prescriptor" cuando recomienda, y "proscriptor" cuando critica. Además, incidió en que los libreros, como artistas y arquitectos, forman con el oxígeno que insuflan "el cuerpo real de Zaragoza".


Fatás quiso despedirse con unas palabras de ánimo a los "queridos libreros nuestros", alabando su capacidad de resistencia ante los asedios, "que no siempre son con cañonazos".