Desde 2009

Aragón pierde 23 bibliotecas y el 14% de consumo cultural

Cada aragonés desembolsa 302 euros al año en este tipo de ocio. Cae el consumo de cine y libros pero se duplica el número de conciertos musicales.

Conciertos en Interpeñas
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El consumo cultural vive horas bajas en Aragón. El gasto medio anual de cada ciudadano en este tipo de ocio ha caído desde 2009 un 14% y se sitúa en 302 euros (10 menos que la media nacional), según revelan los datos del Instituto Aragonés de Estadística. Los apuros familiares para llegar a fin de mes y el recorte en la oferta de algunos sectores llevan a esta situación. La subida del IVA ha sido la puntilla.


Destaca el retroceso en el mercado editorial.La Comunidad publica cada vez más títulos, pero sus tiradas son más reducidas debido al descenso en las ventas. La consolidación del libro electrónico facilita el consumo 'pirata' de todo tipo de lectura y a este panorama tampoco ayuda la desaparición de bibliotecas. De las 374 operativas hace tres años se ha pasado a 351. El gasto en libros -excluidos los de texto- cae de 41 euros a 24.


Por su parte, el mercado cinematográfico muestra un estado similar. Mientras crece el número de salas de proyección (de 72 a 103), el de espectadores cae un 40%, según datos del Ministerio de Cultura, como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías, la piratería y la crisis económica. Ante esta situación, los empresarios del sector agudizan el ingenio con reclamos y promociones de todo tipo que les permitan mantener la venta de entradas.


En cuanto al teatro, herido de gravedad durante tanto tiempo, parece salvar los muebles gracias al tirón de los espectáculos en vivo. En la actualidad existen 34 espacios escénicos teatrales estables en la Comunidad (solo dos menos que en 2009), que ofrecieron el año pasado un total de 3.415 representaciones (304 menos).


“Al programar teatro vemos cómo en Zaragoza triunfa aquello que viene avalado previamente por un éxito en televisión o en Madrid y Barcelona”, explica Juan Carlos Higueras desde el Teatro de las Esquinas de la capital aragonesa. A su juicio “aquí se va a tiro fijo” y lo ejemplifica: “Juan Diego tuvo una gran repercusión y llenó tres días, mientras que 'Un sueño de una noche de verano', de una calidad altísima, apenas congregó a cien personas”.

La música resiste

Sin embargo, quienes viven su particular boom son los grupos y promotores musicales. El mercado, tras un traumático periodo de reestructuración, ve cómo todo aquello que no se vende en la tienda sí tiene salida en las taquillas de las salas de conciertos. De hecho, en los últimos años el número de eventos de este tipo se ha duplicado en Aragón pasando de 3.700 'bolos' a 8.077, con una apuesta clara por los pequeños eventos frente a los 'macroconciertos'.


Es la importancia de “disfrutar del en vivo y en directo” que explica Higueras y las “posibilidades de darse a conocer al público” que destaca Manuel Navarro, batería del grupo The Dust Bowl de Zaragoza. “Aquí es posible tocar, aunque hay muchas bandas, la oferta de salas te permite actuar sin muchos problemas y acercarte a la gente”, sentencia.