Toros

Oreja para Gómez del Pilar en una deslucida novillada

El novillero corta la única oreja del festejo, tercero de su feria taurina de San Jorge, en el que la poca colaboración del ganado de Caro Andrade condicionó sobremanera la tarde.

Gómez del Pilar muestra la oreja
Oreja para Gómez del Pilar en una deslucida novillada
A. ALCORTA

El novillero Gómez del Pilar cortó la única oreja del festejo celebrado este sábado en Zaragoza, tercero de su feria taurina de San Jorge, en el que la poca colaboración del ganado de Caro Andrade condicionó sobremanera la tarde.


Gómez del Pilar recibió a su inválido primero en la puerta de toriles, a la postre, lo único emocionante de una labor imposible por las nulas opciones que le brindó el astado, que anduvo más tiempo por los suelos que de pie. El cuarto fue un novillo áspero y protestón con el que Del Pilar anduvo centrado en una faena que caló en los tendidos por la emoción provocada por la aspereza del utrero y por la firmeza del novillero. Cortó una oreja.


Ángel Puerta se mostró variado con el capote en su primero, un novillo con calidad pero sin fuerza alguna con el que estuvo voluntarioso a media altura pero sin poder apretar a un animal demasiado claudicante. En el quinto no cambió la decoración, pues fue otro quiero y no puedo de Puerta con un novillo que se movió en los primeros compases de faena pero sin decir nada.


El primero de Cayetano Ortiz, blando a más no poder, tan sólo permitió al joven francés mostrar las ganas por agradar en una faena basada en el toreo accesorio. Con el sexto Ortiz llegó a cabo un trasteo animoso pero de escaso contenido artístico, y en el que además se atascó con el descabello.


Ficha


Novillos de Manuel Caro Andrade, el primero como sobrero, desigualmente presentados, nobles pero en el límite de las fuerzas, en general de juego deslucido.


Gómez del Pilar: estocada y descabello (ovación); y estocada (oreja tras aviso).


Ángel Puerta: estocada con derrame (ovación); y estocada (palmas tras aviso).


Cayetano Ortiz: estocada desprendida (ovación); y pinchazo, estocada y seis descabellos (silencio tras dos avisos).


La plaza tuvo menos de un cuarto de entrada.