Cine

León Siminiani: "Busco el cine que llevo dentro"

El realizador explica la película ?Mapa?, un diario fílmico que narra una historia de amor y éxodo que integra dos opuestos: lo íntimo y lo social.

León Siminiani, director del documental 'Mapa'
León Siminiani: "Busco el cine que llevo dentro"
ÓSCAR FERNÁNDEZ ORENGO

“Yo fui un chaval que creció en dos ciudades de provincia, Santander y Murcia, donde alimenté mi pasión cinéfila. El mundo del cine era algo ajeno, algo con lo que solo podía comunicarme a través de las películas. Estudié Filología Hispánica. Sospecho que de ahí me viene una temprana querencia por el lenguaje y las categorías lingüísticas con que acotar la realidad. Por el estructuralismo. Pero el intento de acercarme al cine, de hacerlo, siempre fue una actividad paralela”.


Así se autorretrata Elías León Siminiani (Santander, 1971), el realizador del documental ‘Mapa’, inspirado en su propia vida que ha llegado a los cines Aragonia. Fue candidato al premio Goya. Está dando mucho que hablar en todo el país. 


¿Qué se aprende del cortometraje, qué ha aprendido usted en todos estos años?

Por un lado, claro, a desarrollar un lenguaje. Pero creo que esto es algo común a todo cineasta. A nivel más personal diría que estos 15 años haciendo cortos me hicieron integrar dos aspectos que son claves: 1. Relativizar la importancia del presupuesto a la hora de hacer cine. 2. Tratar de encontrar un método de trabajo propio que, en principio, no responde a lo que se entiende por “hacer cine”; por ejemplo, asumir que se puede hacer cine solo, buscando una intimidad con el medio más propia del escritor.


¿De qué modo le ayudaron ‘El premio’ o ‘Pene’?

‘El premio’ es un corto con equipo, con producción. Habría sido imposible hacerlo sin una amplia infraestructura técnica, artística y de producción. ‘Pene’, por el contrario, es una pieza hecha entre dos amigos, robando imágenes de la realidad donde el texto en off y montaje funcionan como organizadores de esa realidad grabada. Yo he intentado trabajar de las dos maneras, dependiendo de la naturaleza del proyecto y de mi propio ánimo. Creo que el cine puede ser de muchas maneras. Trato de estar abierto a todas.


¿Cómo nació ‘Mapa’?

‘Mapa’ nace como resultado de un momento de crisis personal y profesional. Uno de esos momentos en que la vida parece quedar suspendida en el aire y no sabes demasiado qué hacer con ella. Como estaba solo y no tenía trabajo, decidí desmontar mi casa e irme de viaje con una camarita doméstica, y la intención de hacer una película sobre ese proceso.


¿Así, sin más, y romper con todo?

Me dije: “Un personaje en crisis decide hacer una película para intentar cruzar dicha crisis”. De modo que si ese personaje consigue terminar su película, conseguirá también cruzar su crisis personal. Así, película y vida van completamente de la mano en este proyecto. Ese fue el punto de partida: el pie creativo. A partir de ahí no sabía muy bien lo que me iba a encontrar: la vida no se puede anticipar de antemano.


¿Cómo encaró la película: la huida, la India, la búsqueda de usted mismo, el diálogo con el otro?

La encaré fundamentalmente desde la perplejidad. Es cierto que la película está muy compuesta y ordenada a posteriori. Pero eso no quita para que los miedos, las dudas, el autojuicio que comparto con el espectador no fueran reales en su momento. Lo único que tuve claro desde el principio es que todas esas dificultades, inherentes a todo proceso creativo, estarían en la película, sería contenido. Digamos que encaro todo esto desde la integración. En ese sentido, el desdoblamiento en dos personas, la figura de “el otro” en la película, es muy fértil porque me permite integrar la contradicción, algo que suele ser un terreno muy peligroso en la construcción de un personaje en cine.


¿Cómo fue ese itinerario de cinco años?

Ha habido un poco de todo. Esencialmente yo lo he vivido como un retiro, de retiro y de soledad, hacia dentro. En el rodaje, el guión y el montaje gran parte del tiempo lo pasé en soledad. Considero el tour diseñado por Avalon y Pantalla Partida (las dos productoras) parte integral de la película. De algún modo ‘Mapa’ es una experiencia que, una vez más, integra dos opuestos: lo solitario y lo social.


¿Qué grababa y qué no?

En el primer viaje a India me impuse grabar por instinto. Aquello que me llamase la atención. Cuanto más avanzaba en el montaje, más peso empezaron a tomar determinadas situaciones de intercambio con la realidad, con otras personas. Eran como encontrar pepitas de oro. Secuencias como la del niño y la vaca o las moras con Ainhoa las siento como regalos. Regalos de estas personas, regalos de la vida. Como si a base de llamar tanto a la puerta de la realidad grabando, la realidad me regalase finalmente algo realmente potente.


¿Hablamos de un mapa del mundo, de un mapa del viajero, o del mapa de las emociones?

Empieza siendo un mapa del viajero pero poco a poco pasa a ser un mapa de emociones. La película arranca como un cuaderno de bitácora visual que, en un momento dado, es secuestrado por una historia de amor. Hacia la mitad, el personaje descubre en India que está enamorado de una mujer en España y decide volver en su busca. A partir de ahí, el personaje deja de ser el conductor de su vida: es la vida la que le conduce a él. Y por tanto es la vida la que conduce la película, la que decide los puntos de giro: la que marca el final de la historia. En el momento que asumí que sí, que me habían dejado y que iba a incluir esa ruptura en la película, todo se empezó a ordenar. La película se convirtió en un relato de un desamor.


¿Cómo fue el proceso de montaje?

Fue inusualmente largo, más de un año y medio. El proceso empieza a terminar cuando un día decido que la película llega hasta el 10 de Octubre del 2010. Poco a poco, pasé del ‘ensayo’ al ‘diario fílmico’ en que trabajaba con mi propia vida como materia prima de la propuesta.


¿Cuál es la importancia del humor en ‘Mapa’?

El humor (o tal vez sea mejor decir la ironía) ha sido muy importante para mí desde que comencé. Es una gran herramienta. En ‘Mapa’, trato de utilizar el humor como un atenuador. El humor desmonta cualquier asomo de grandilocuencia y/o solemnidad.


¿Se siente un realizador ‘indie’ o posibilista?

Uno no hace tanto el cine que quiere hacer como el cine que puede hacer. Creo que cada uno lleva un determinado tipo de cine dentro. Yo me imagino la labor del cineasta como la búsqueda de ese cine que uno lleva dentro.


Mapa’ se proyecta en los cines Aragonia.