Un grupo de jóvenes cineastas rueda estos días en Zaragoza la película 'Side B', un trabajo que no cuenta con ayudas públicas y que pretende ser una alternativa al "encorsetado" planteamiento comercial de esta industria, a través de la financiación popular.

Los protagonistas de este proyecto no superan los 25 años de edad y son recién titulados que, en lugar de quedarse parados en sus casas, han decidido dar rienda suelta a sus inquietudes y embarcarse en el rodaje de una película.

'Side B' es una historia de soledad y de amor, protagonizada por tres extranjeros que "llegan a un mundo -España- que no es el propio" y que, después de muchas vicisitudes, deciden quedarse.

El joven director y autor del guión que dirige esta historia es el cacereño David Yáñez, o el 'extremaño' como se le denomina por su vinculación a la capital aragonesa, de donde procede la gran mayoría de las personas que trabajan en el rodaje.

Este licenciado en Comunicación Audiovisual y Bellas Artes, de 29 años, ha decidido realizar su película de una forma diferente, con "financiación popular", en un momento en el que los grandes productores se quejan de los recortes de las ayudas.

En este sentido, ha lamentado que el cine haya vivido de las "subvenciones públicas" y que hasta hace un tiempo estuviera "limitado" a unos pocos, algo que ha cambiado con la llegada de los medios digitales.

"El cine no deja de ser una actividad empresarial. Hasta ahora se ha hecho cine sin riesgo, es decir si la película era mala y no la iba a ver nadie pues no pasaba nada. No se perdía dinero porque la inversión procedía del Estado", ha indicado.

Esta forma de financiación popular, con la que cualquiera puede aportar una cantidad económica a cambio de aparecer en los títulos de crédito o de una copia de la película, una camiseta o la banda sonora, entre otros, permite seguir el guión "sin exigencias".

"Nadie nos coarta. Si no queremos sacar El Pilar aun estando en Zaragoza, u otros lugares, no lo hacemos, porque no tenemos obligación con ningún productor de hacerlo", ha aclarado.

Todos los planos están rodados en distintos puntos de la capital aragonesa, pero especialmente en una casa deshabitada, la pensión Triana en la película, en la que conviven los personajes, una joven rumana llamada Miora (Alina Nastase), una alegre colombiana, Marisa (Valentina Acevedo) y un ingeniero chino, Wang (Kai Wu).

Los tres vivirán un triángulo amoroso, en el que estarán obligados a entenderse, a pesar de la dificultad del idioma, y lo harán a través de la música.

De hecho y con el objetivo de reflejar la realidad, la película está rodada en tres idiomas -español, rumano y chino- y será subtitulada.

"No estamos haciendo esto por gusto, a todos nos gustaría cobrar para poder trabajar, lo hemos hecho de forma reivindicativa. Me quedé sin trabajo en octubre, y estar parado en casa es lo peor que puedes hacer y más para lo nuestro, porque tienes ahí un vacío", ha apuntado el director de producción, Javier Llovería.

El rodaje, que ha hecho frente a las altas temperaturas del mes de agosto, finalizará el próximo 3 de septiembre, cuando empezará la fase de postproducción y comercialización de la película.

"Nosotros queremos moverla, encontrar una distribuidora y llevarla a los festivales que se pueda. La estamos grabando en digital para optar también a llevarla a salas de otros países, donde están más acostumbrados que en España a ver otro tipo de cine", ha precisado LLovería.