"No hay fecha para el fin del papel porque no va a desaparecer"

Carlos Sauras, Antonio Angulo, Virgilio Sagüés y José Naranjo defienden los valores del periodismo y destacan que la información de fondo y contextualizada debe prevalecer sin distinción del soporte en el que se difunda.

Carlos Sauras, Antonio Angulo, Virgilio Sagüés y José Naranjo, en la nueva redacción integrada de HERALDO.
Carlos Sauras, Antonio Angulo, Virgilio Sagüés y José Naranjo, en la nueva redacción integrada de HERALDO.
Guillermo Mestre

Desde sus orígenes, la profesión periodística ha estado habituada a evolucionar con los cambios tecnológicos y sociales que han tenido lugar a lo largo del tiempo. El oficio, cimentado en el principio esencial de informar con veracidad, rigor y objetividad, atraviesa una nueva etapa en la que mantener estos fundamentos resulta clave para su futuro.

La irrupción de internet, a mediados de los 90, provocó cambios significativos en los flujos tradicionales de producción, acceso y distribución de la información. Con el nuevo siglo, las redes sociales modificaron decisivamente la manera de difundir la información y la publicación de contenidos informativos dejó de ser exclusiva de los periodistas.

En la actualidad, la incógnita sobre cuál será el modelo de negocio que marcará el futuro de la prensa planea sobre las redacciones de gran parte de los diarios que hoy afrontan un periodo de transformación digital esencial para seguir adelante.

Periodistas y profesionales del ámbito de la comunicación, galardonados en anteriores ediciones de los Premios HERALDO, conversan sobre la situación actual del periodismo, su pasado y su futuro en un encuentro organizado por este periódico, en cuya nueva redacción de Independencia se reunieron el presidente de la Fundación ‘Diario de Navarra’, Virgilio Sagüés; el exdirector del ‘Diario del Altoaragón’, Antonio Angulo; el presidente de Cáritas de Aragón y exdiretor de Radio Nacional de España en Aragón, Carlos Sauras; y el periodista ‘freelance’ en África Occidental y colaborador del diario ‘El País’ José Naranjo.

Sobre la etapa a la que en este momento se enfrenta la prensa impresa -disminución de las ventas e ingresos por publicidad-, todos ellos coincidieron en señalar que "hoy por hoy cuenta con mayor prestigio y credibilidad entre los lectores que la prensa digital" y que, aunque puede llegar un día en que pierda ese rol, siempre habrá un espacio para el papel. "Podrá ser otro producto distinto del que conocemos ahora, con otros contenidos, pero no llegará a desaparecer", señalan.

En cuanto a las diferencias y similitudes de la profesión ahora y en épocas pasadas, el presidente de Cáritas de Aragón señaló que "el periodismo que conocimos y el de hoy son realmente distintos. En mi caso, viví el periódico de impresión en plomo, el más elemental, sin medios digitales. Lo mismo sucedía con la radio. La transformación tecnológica ha sido muy grande desde finales de los 70, hasta tal punto que los diarios en los que trabajé entonces probablemente se parecían más a los de 1930, en cuanto a su parte técnica".

El periodista José Naranjo recordó que comprar el periódico todos los días era un pilar básico en cada casa. Sin embargo consideró que "eso se está perdiendo en buena medida. Tiene que ver con la introducción de nuevas herramientas digitales pero creo que también tiene que ver con otras cosas. Cuando comencé a estudiar Periodismo, a finales de los 80, había periódicos que era una delicia leerlos, con temas en profundidad, muy bien tratados, algo muy diferente de cómo se presenta la información hoy día, aunque no creo que todo lo de ahora sea malo, ni mucho menos".

En opinión del exdirector del ‘Diario del Altoaragón’ "el periodismo, en general, atraviesa una especie de convulsión y casi siempre ha vivido en un estado de transformación permanente, aunque no sabemos cómo habría sido la irrupción de internet de manera absoluta en España sin la crisis económica de por medio".

El presidente de la Fundación ‘Diario de Navarra’ argumentó en la misma línea que "tanto desde el punto de vista técnico como desde el intelectual, histórico y social existe una aceleración en la evolución de las cosas que antes no habíamos conocido". Por otro lado, matizó que "la forma de acceder a la información ha cambiado. Antes, los periódicos no solo eran una fuente de información para los lectores sino que también constituían una importante fuente de cultura y de lenguaje. Pero ahora, se está ofreciendo más información emocional, que es una cosa muy peligrosa porque cuando se toca el mundo de las emociones surgen los populismos y aparece la manipulación", advirtió Virgilio Sagüés.

Cuestión de valores

Naranjo introdujo dos cuestiones que le preocupan especialmente: "Una es la precariedad absoluta del oficio, algo que me parece dramático porque al final afecta a la calidad del trabajo. Y luego está la dictadura del espectáculo, de la inmediatez, de las cifras... Ahora, en la mayoría de redacciones se ha instalado una pantalla enorme que muestra el número de visitas de la edición digital, el tiempo que pasan los usuarios en cada noticia... Esto está muy bien porque te da un ‘feedback’ inmediato y directo, pero no puede convertirse en el criterio único de lo que se hace en los medios".

Naranjo apostilló que "no podemos olvidar la parte de responsabilidad del periodismo como proveedor de información de fondo, contextualizada y con enfoques. Los periodistas somos quienes tenemos que decidir la agenda y no dejarnos llevar solo por la dictadura del clic o por tener que poner la palabra ‘sexo’ en un titular. Creo que detrás de esto no solo está el hecho de la irrupción de las nuevas tecnologías, sino que forma parte de una crisis más profunda en el ámbito del periodismo".

"Yo siempre había entendido que la información debe tener rigor para ceñirse a los hechos y acercarse en la medida de lo posible a la objetividad, -apuntó Angulo-. Y que se debe separar la información de la opinión. Ahora todo es opinión. Estamos viviendo más de sensaciones que de hechos".

Sagüés recordó que "en los años 70 hubo un debate sobre si el periodismo tenía que ser formación o información. ¿Pueden ir las dos cosas separadas? Al final, la información se ofrece para que la gente sepa lo que ocurre pero si además se explica por qué surge una noticia, cuál es su origen o qué consecuencias puede tener una ley determinada, de ese modo se consigue formar a la población".

En referencia a esta cuestión, Sauras argumentó que "en los medios digitales se ha tendido a publicar noticias muy sorprendentes o novedosas. Ya no basta. En el periódico tradicional lo normal es que la información sea más previsible. En cambio, la prensa digital tiene que buscar y llamar la atención de alguna manera".

Transformación digital

El presidente de Cáritas de Aragón apostilló que con la aparición en décadas pasadas de diferentes cambios tecnológicos "también se dijo en su momento que la radio y la televisión iban a morir y sin embargo tienen mucha vida. La prensa escrita va hacia las nuevas tecnologías, evidentemente, porque desde hace unos años a esta parte no se lee tanto, aunque creo que la gente joven está informada. Pero cómo asentarlo para que sea un fenómeno serio es otra vía que está por abrir y consolidar como una realidad empresarial. Tiene que ser rentable porque si no será un caos".

Naranjo discrepó con Sauras sobre la afirmación de que los jóvenes están bien informados. "Han leído algo de muchas cosas pero saben poco de nada. Acceden a un tipo de información que no profundiza. No sé si es causa o consecuencia pero hay un fenómeno de ósmosis entre ese tipo de periodismo y el auge de los nacionalismos, de las opciones ombliguistas (Trump, Brexit…), basadas en informaciones erróneas o interesadamente erróneas. Es el peligro que se corre cuando la información no es rigurosa, y eso tiene unas consecuencias».

Acerca de la crisis de algunos medios, el periodista recordó que la irrupción de internet en las redacciones de los periódicos tuvo lugar a finales de los 90: "Estamos hablando de hace 20 años. ¿Hasta cuándo vamos a decir que estamos en crisis porque han irrumpido las nuevas tecnologías y hasta cuándo las vamos a seguir llamando así?, -inquirió-. Lo que se esconde detrás, en realidad, es una falta de ideas".

El punto de equilibrio

El exdirector del ‘Diario del Altoaragón’ coincidió en señalar que "la información bien elaborada, como la hemos entendido tradicionalmente, tiene un coste mayor que la información que se está imponiendo a través de las redes sociales e internet, y que además no tiene controles. Pero por otra parte, lo que no podemos hacer es dar la espalda a las nuevas tecnologías. Esta transformación ha supuesto un cambio de era mucho más allá de lo que nosotros vemos, quizás porque efectivamente ese cambio, entre otras cosas, es tan profundo que no sabemos adónde nos va a llevar".

Sagüés añadió que "la prensa digital procedente de los diarios que están respaldados por una larga tradición periodística necesita tener detrás una redacción sólida. Por eso, me parece importante competir en hacer una información digital de calidad. Esa es la gran batalla".

Del mismo modo, Sauras señaló que "hay que tener en cuenta que la forma de leer los periódicos también ha evolucionado mucho y aunque en las ediciones de papel a veces también solo se leen los titulares, o lo que a cada uno le interesa, dejan más poso que las digitales".

Por otro lado, Naranjo defendió que "en diarios digitales he leído trabajos periodísticos maravillosos. Y no solo los he leído, porque lo bueno de la prensa digital es que también está el vídeo, las fotografías, los audios, las imágenes en 360 grados… hay toda una panoplia de formatos que nos acercan a la realidad de otra manera. Son herramientas muy potentes que nos muestran a una nueva manera de contar, que es lo interesante".

Gratis o de pago

Una de las cuestiones que más preocupa a las empresas periodísticas es determinar si las ediciones digitales deben ofrecer sus contenidos de forma gratuita o tienen que ser de pago. El presidente de la Fundación ‘Diario de Navarra’ recalcó que "vivimos un tiempo en el que estamos explicando a la población que puede tener cosas gratuitas pero nada lo es. Todo tiene un coste. En internet es donde más se ha generado esa percepción".

"Más que poner el foco en por qué los lectores pagan o no, lo pondría en qué vamos a ofrecer para que valga la pena pagar por ello en un mercado en el que casi todos los contenidos son gratuitos, -intervino Naranjo-. He leído crónicas maravillosas en medios digitales de pago y en buena medida lo son porque se han dedicado más recursos para su elaboración. Eso marca la diferencia. Cuando se invierte en un proyecto y se ofrece un producto de calidad, entonces se puede plantear cobrar por él".

El exdirector del ‘Diario del Altoaragón’ vaticinó que "al final de este proceso creo que los medios digitales serán de pago. Muchos desaparecerán y quedarán, fundamentalmente, aquellos que tengan una base periodística informativa. Lo que les va a dar valor, fundamentalmente, es la edición impresa porque hasta ahora conserva mayor prestigio. Aunque es muy importante para todos los periódicos tener una edición digital que debe ir mejorando periódicamente, porque lo que sí sabemos es que las ediciones de papel no han frenado absolutamente el descenso de sus tiradas".

Angulo apuntó además que "la verdad está más cerca en los medios tradicionales que en otros que nacen con las urgencias. Sería muy triste mantener el sensacionalismo y el amarillismo que priman en las redes sociales y que esto se impusiera frente a la información contrastada. Y por si fuera poco, ya solo nos faltaba que apareciera el término de posverdad como algo que tiene que ser más que la verdad y que está hecho de sentimientos, sensaciones, opiniones... Hay un auténtico talibanismo informativo. La verdad es lo máximo. Más ya no puede haber nada y por eso es por lo que hemos luchado siempre en esta profesión".

Sobre este problema, Sauras manifestó que "debería ejercerse un periodismo de mayor calidad pero al contar con menos recursos hemos ido a peor. En general, se trata de hacer las cosas bien pero es evidente que existe una complejidad y en la actualidad impera un periodismo muy opinante. Los medios deben mantener la credibilidad, la imparcialidad y la independencia, y respetar el criterio de los lectores, que ellos se formen su propia opinión. Hacer lo contrario es una falta de respeto y de honradez".

Tendencias y soluciones

En la actualidad, los lectores acceden de un modo distinto a la información y no siguen a un solo medio. Como reveló Naranjo "antes el lector era fiel pero hoy hay una especie de poliamor, aunque sí percibo que existe una cierta tendencia a seguir a periodistas en concreto, a la marca personal. Quizás una propuesta de futuro sea que en los medios se mime a esos periodistas de bandera y se les sitúe en primera línea, porque al final serán quienes podrán arrastrar a los lectores a que se identifiquen también con el medio en el que trabajan".

"La prensa ya no va a vivir momentos de expansión como antes", aseguró Angulo, y coincidió con Naranjo en que "en el pasado, los lectores creían en un medio y ahora creen más en un comunicador, en la cara que ven muy a menudo".

Sauras subrayó que "en Aragón, de momento, hemos tenido suerte con los periódicos más locales pero en otras comunidades autónomas están en peligro varias cabeceras. Eso es una crisis importante para una pequeña ciudad o provincia porque es uno de los órganos que articulan la opinión y la vida social. Y sin embargo, no es que desaparezcan porque los lectores no estén fidelizados sino porque económicamente quienes los han sustentado ya no los pueden apoyar. La sola fidelidad no mantiene un medio cuando su economía está limitada. Es una situación compleja, complicada y difícil".

El papel de la prensa

Las ediciones en papel no han desaparecido pese a los constantes augurios desde que surgió la prensa digital. Así lo recordó el exdirector del ‘Diario del Altoaragón’: "En la década de los 90 se dijo que al papel le quedaban 10 años. Era y sigue siendo difícil saber la respuesta sobre su futuro. Desde luego, yo no me atrevería a poner una fecha. Es fácil, como mantienen algunos especialistas, que el papel tarde muchos años en desaparecer, si es que lo hace. En todo caso, seguirá manteniendo una posición de prestigio y ello, tal vez, supondrá un incremento de su precio".

Naranjo se mostró muy de acuerdo en este punto "aunque yo sí que me atrevería a poner una fecha, -afirmó-. Creo que el papel desaparecerá cuando deje de ser rentable. Y no me refiero a esto en sentido económico sino a que deje de ser rentable desde el punto de vista de la influencia y del prestigio. Cuando los diarios impresos pierdan ese rol de ser la edición ‘Champions League’ empezarán a transformarse pero no dejarán un vacío. Siempre habrá un espacio para el papel".

Sauras apuntó que en el mundo del libro, pese a la irrupción del ‘ebook’, "las ediciones impresas no han desaparecido. Por eso tampoco me atrevería a afirmar que los periódicos impresos desaparecerán dentro de 20 años. Dependerá de muchas circunstancias y no es tanto desaparecer como amoldarse a las circunstancias".

El presidente de la Fundación ‘Diario de Navarra’ argumentó que tras varias predicciones fallidas sobre el fin de las ediciones en papel estas "no han desaparecido, aunque sus tiradas siguen bajando. Se dice que habrá un suelo pero no se sabe cuándo llegará. Pero si cada vez se cuenta con menos lectores habrá que pensar en producir contenidos dirigidos a recuperar y mantener su interés".

Ante el convencimiento general de que la prensa tradicional mantiene una posición de prestigio, Naranjo defendió que "hoy en día muchas personas se informa a través del móvil, de la tableta o del ordenador. Es una verdad indiscutible. El valor de esa información puede ser tan bueno como el de la información en papel y no creo que por el hecho de ser publicada solamente en digital tenga menos importancia. Otra cosa es el valor que se le atribuya pero esto es algo absolutamente de hoy, no de mañana. El soporte actual es ese".

Sagüés respondió que "el modo en que se elabora el contenido para un soporte y para otro no es el mismo, ni la forma en que se difunden las noticias. Si se publica un artículo sesudo para el mundo digital, generalmente, no va a tener tanta repercusión como otro tipo de noticias cortas e impactantes que tocan el mundo emocional. Estas son las que van se van a compartir a través de las redes sociales y van a tener mayor impacto".

Naranjo matizó a este respecto que "una cosa son las redes sociales y otra el periodismo" y reconoció que "es verdad que en el vasto mercado digital puede haber más intrusiones".

Nuevos periodistas

Pese al periodo especialmente complejo que atraviesa la profesión, Sauras, Angulo, Sagüés y Naranjo trasladaron algunos consejos para las nuevas generaciones de periodistas: "Lo que me ha enseñado el oficio en más de 20 años es que la especialización es un valor añadido frente a quienes piensan que el periodista tiene que saber hacer de todo. Vale la pena que identifiquen un centro de interés y que vayan a por él. Y que le pongan toda la pasión y toda la locura de la que dispongan porque les va a hacer mucha falta. Presupongo que quienes deciden estudiar Periodismo lo van a pelear", subrayó Naranjo.

"Pero antes de encontrar ese punto el problema es que hay que saber de todo, porque te puedes especializar en algo y cerrarte tanto que al final se olvide todo lo demás", replicó el presidente de la Fundación ‘Diario de Navarra’

Sauras apoyó esta reflexión y dijo que "un buen especialista debe ser, además, un buen periodista de información general, algo que exige unas cualidades: prudencia, rapidez, saber escribir, saber entender… Es cuestión de meter pasión en un oficio que es muy social y muy interesante".

Angulo apuntó que "la persona que esté mejor preparada, tenga más conocimientos en todos los ámbitos y un nivel cultural alto tendrá siempre más posibilidades en cualquier aspecto profesional. Ciñéndonos al periodismo, para comunicar vale todo el mundo pero para informar, no".

Por último, Sagüés animó a los futuros periodistas a que "no se queden mirando solo a su alrededor a ver qué encuentran, también deben tener iniciativa. El mundo de la información y de la comunicación va a seguir evolucionando y van a aparecer nuevas oportunidades de trabajo".

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