La Comisión Europea (CE) propuso esta semana dedicar más espectro a los servicios de telefonía móvil en la banda superior a 700 MHz. En la actualidad, ésa es la frecuencia que ocupa la TDT en España tras el llamado dividendo digital que, no sin diversos problemas, se completó en la primavera de 2015.

La propuesta de la CE aún es eso: una declaración de intenciones que tiene que ser debatida con los países de la zona, pero que, de salir adelante, supondría que España tendría que afrontar un segundo dividendo digital antes del 30 de junio de 2020, que es la fecha marcada como límite en un primer momento por la CE.

Esto cambiaría los planes que fijó el Ejecutivo ahora en funciones y que estableció en 2023 la fecha para que tuviera lugar el segundo dividendo digital. El cambio de plazos obligaría al legislador a acelerar sobre manera los planes, ya que en su planteamiento inicial, Bruselas contempla que los países miembros tendrían que adoptar y hacer públicos sus planes para la liberación de la banda en cuestión “a más tardar” el 30 de junio de 2017.

El organismo comunitario en el que tienen representación todos los países miembros defiende que sus planes no tendrían ningún inconveniente. Es más señalan que conlleva múltiples beneficios, como una política única europea de gestión de radiofrecuencias o poder dar a los ciudadanos la garantía de acceso a los contenidos hoy exclusivamente para móviles de última generación y tablets, desde los servicios de televisión clásicos. También, indican, que se conseguiría “allanar” el camino al 5G, la tecnología que está por llegar.

Las reacciones al anuncio de la Comisión no se han hecho esperar. La primera en levantar la voz fue la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que agrupa a todas las televisiones públicas del viejo continente. Uno de los responsables de este organismo explicó que las intenciones suponen un “reto importante” para las televisiones públicas, ya que tanto los entes difusores como los usuarios tendrían que afrontar costosas inversiones para adaptarse a la normativa.

Además, desde la UER afirman que la propuesta de la Comisión Europea no está avalada por estudios técnicos y, en cambio, sí que existen informes que recomiendan seguir utilizando la banda de 700 Mhz para la TDT hasta el año 2030. El organismo pide que se reconsidere el planteamiento inicial y se introduzcan, además de plazos flexibles, compensaciones para llevar a cabo la migración.

“Los usuarios acaban de hacer una inversión”

José Manuel Muñiz es el director general de la Asociación Andaluza de Empresas Instaladoras de Telecomunicaciones (FAITEL) y portavoz de la Federación Coordinadora de Telecomunicaciones (FECOTEL), de ámbito nacional. Muñiz utiliza argumentos parejos a los utilizados por la UER. “A corto plazo, no me parece que este cambio sea una necesidad”, explica, para indicar que “resulta extraño” que se hable de la instalación del 5G cuando en España no se ha terminado de implantar el 4G.

El portavoz de Fecotel apunta que “los usuarios acaban de hacer una inversión” y de materializarse los planes de Bruselas, estos tendrían que afrontar la llegada de la TDT, un primer dividendo digital (el de 2015) y otro más “en poco más de 10 años”.

No hay que olvidar que en la adaptación de las antenas para el dividendo digital, se produjeron importantes retrasos y el Gobierno se vio obligado a prorrogar los plazos. Además, el cambio generó gastos a los usuarios, aunque bien es cierto que se habilitó una línea de ayudas para cubrir parte de los desembolsos.

Por el momento, solo queda esperar las decisiones que vayan tomando los países en torno a la propuesta de la CE para saber si esta se desestima, se aprueba tal y como ha sido planteada o se le da el visto bueno con modificaciones.