La juventud, clave para transformar la sociedad
YMCA cumple 30 años en Aragón construyendo un mejor presente y futuro para los jóvenes.
Nour tiene 18 años, estudia 2º de Bachillerato y quiere ser psicóloga. Empezó a participar en programas de YMCA hace 10 años, cuando todavía era una niña. Hoy, es parte del grupo de liderazgo juvenil y voluntaria en la asociación. "Lo que más valoro de YMCA es saber que están a mi lado, acompañando, que confían en lo que soy y en lo que puedo llegar a ser, y me ayudan a alcanzarlo. He aprendido a estudiar, a participar, a respetar al otro y a valorarlo, a confiar en mí misma y a esforzarme. Es muy importante que, además de ayudarte con las dificultades, aprendas a enfrentarte a ellas, a reducir tus propias barreras y superarlas", explica.
Nour es una de las jóvenes aragonesas que, con su testimonio, pone voz y rostro a la campaña de sensibilización que YMCA ha puesto en marcha junto al Instituto Aragonés de Juventud (IAJ). Bajo el lema Tienes razones para creer en mí, tratan de concienciar sobre el potencial de la juventud para transformar la sociedad. Cada uno de los 270.000 jóvenes que viven en Aragón es una oportunidad para que la Comunidad crezca, mejore y prospere.
"Leo muchos artículos sobre la difícil situación que vive mi generación en los aspectos importantes, como el empleo, los estudios, la vivienda, la participación en las instituciones Pero casi siempre se habla de nosotros como un proyecto de persona, como algo que será importante en el futuro. Se olvidan de que existimos ahora. Incorporar a los jóvenes a las empresas, a las organizaciones o a la política es inyectar innovación, mejorar la capacidad de comunicación y multiplicar su rango de alcance. Sumar eso a la experiencia de los que llevan años ya en las empresas e instituciones es la combinación perfecta", subraya Nour.
30 años de compromiso
YMCA cumple mañana, 30 de noviembre, 30 años de trabajo y presencia en Aragón. Durante este tiempo, ha acompañado a miles de niños y jóvenes en su camino a una vida adulta responsable, próspera y estable. Para lograrlo, inciden en todas las dimensiones esenciales, que van desde la práctica de habilidades personales hasta aspectos tan críticos como su entorno familiar y social, el tiempo de ocio, los estudios, el acceso al empleo o, incluso, la vivienda.
"En estos años hemos compartido mucho más que actividades y programas. Hemos visto crecer a jóvenes que un día estuvieron de campamento y, actualmente, son directores de empresas, niños que se encontraban en una situación muy complicada y hoy están terminando su carrera... Creemos que es posible transformar la sociedad a través de la juventud porque somos testigos de lo que son capaces de hacer en sus vidas y en las nuestras", señala Belén Portolés, directora de YMCA en Aragón.
