"Hay que romper ese mito de que para camarero vale cualquiera"

"Hay que romper ese mito de que para camarero vale cualquiera"

Docentes de la Escuela de Hosteleria de Guayente advierten de que hay puestos vacantes en hostelería que no se están cubriendo por una falta de formación. En pleno valle de Benasque, este centro pionero en Aragón oferta en la actualidad dos grados "complementarios" de cocina y servicios para facilitar la incorporación de sus alumnos al mercado laboral.

Dos alumnos de la Escuela de Hostelería de Guayente en una clase de coctelería.
Dos alumnos de la Escuela de Hostelería de Guayente en una clase de coctelería.

La Escuela de Hostelería de Guayente, en pleno valle de Benasque, se convirtió hace más de 30 años en un centro formativo pionero en Aragón que imparte formación profesional reglada en cocina y sala. El turismo empezaba a despuntar en la zona, y los hosteleros y empresarios de la región idearon una iniciativa que permitiera a los chavales estudiar en el valle, sin tener que abandonar sus casas para formarse fuera. Así nació la asociación Guayente, que dio vida a la escuela, y posteriormente, el centro que ha dado pie a toda una cantera de profesionales que hoy trabajan repartidos por todo el territorio. 


"Para un valle turístico como el de Benasque, disponer de una escuela de hostelería como esta es una suerte, porque el turismo es en un 95% la fuente de ingresos de la gente del valle. Tener gente formada en la escuela, tanto a nivel de cocina como de restaurante y sala, es muy importante para seguir creciendo en el sector", apunta el barman benasqués José Luis Samitier, profesor de Servicios de esta escuela pirenaica. 


A pesar del 'boom' actual que está viviendo el mundo de la cocina en televisión, y que tiene su reflejo en el porcentaje de matrículas que registra este Grado del centro, Samitier asegura que la mayoría de ofertas de trabajo que están llegando a la Escuela son de camarero, tanto para barra como para restaurantes. "En estos momentos hay una vacante de profesionales que no se está pudiente cubrir por falta de formación en muchos casos. Hay que romper ese mito de que para camarero vale cualquiera. El empresario tiene que ser más consciente de la importancia que tiene esa persona que está directamente cara el público", subraya este docente, que recomienda siempre a sus alumnos una formación complementaria que les permita abrirse puertas el día de mañana en el mercado laboral. 


Para asegurar el futuro de sus alumnos, la Escuela de Hostelería de Guayente cuenta en la actualidad con dos grados independientes, de Cocina y de Servicios, que tienen una duración de dos años cada uno. El profesorado de esta escuela pirenaica recomienda cursar ambos grados de formación profesional reglada en cocina y sala a todos aquellos que estén interesados en abrir su propio restaurante o ejercer de cocineros. "Nuestro consejo es que ambos hagan las dos cosas porque se les nota otra destreza. Para chavales jóvenes, de entre 16 y 19 años, la formación es muy buena y aunque solo pueden elegir un ciclo, nosotros les recomendamos que hagan los dos como un complemento muy importante para su trabajo. A la hora de la verdad, hay que saber de cocina, pero también manejarse fuera", subraya este docente, que es autor del mojito más grande del mundo.


Cocina con apego al territorio

De las clases magistrales que se imparten en esta escuela pirenaica, nace una cocina con apego al territorio, a las carnes y a productos típicos como la patata de Chía o el queso que elabora una empresa cercana. "Aprovechamos un poquito lo que es el valle e intentamos relacionar la cocina con jornadas micológicas, aprovechando el entorno y la variedad de setas que hay en otoño. Nuestros chavales trabajan con productos de la zona, pero sin ceñirse solo a estos", detallan desde esta escuela en la que se imparten diversos cursos de formación profesional reglada en cocina y sala.


- Más información sobre la oferta formativa de la Escuela de Hostelería de Guayente.