Movilidad Urbana

Los zaragozanos corren "pocos riesgos" en el autobús

Dos personas han observado el comportamiento de los usuarios de Tuzsa durante tres días para detectar situaciones de riesgo y mejorar la seguridad en los vehículos.

Perder el equilibrio por tener las manos ocupadas cuando se viaja en autobús es un comportamiento “muy habitual” y que conlleva “riesgos para los zaragozanos”, según los resultados preliminares de un estudio realizado por varias instituciones en la ciudad.


Los mismos días en los que varios especialistas debaten sobre sistemas de transporte en la capital aragonesa, Centro Zaragoza, la Universidad de Valencia, el Instituto de Biomecánica de Valencia, Cognotive Robots y Castrosua han llevado a cabo una investigación. Durante tres días, dos personas se han encargado de observar el comportamiento de los usuarios en las líneas Ci1, Ci2, 53, 31, 33 y 25 de Tuzsa.


“No hemos grabado nada, intentamos que todo sea anónimo”, explica uno de los encargados de la investigación y subdirector de Centro Zaragoza, Juan Luis de Miguel. El estudio se enmarca dentro de un proyecto llamado Safebus, que busca desarrollar sistemas avanzados de seguridad integral en autobuses.


En Zaragoza, la gran mayoría de personas utilizan el transporte público, aunque no están satisfechos con el servicio. “Hemos detectado que la gente paga mucho más con bono que con dinero y eso les permite tener mayor agilidad”, cuenta una de las ingeniero que se encargaron de hacer las observaciones, Ana Olano.


Adelanta que es pronto para anunciar los resultados definitivos, pero que en general, los zaragozanos corren "pocos riesgos" en los autobuses. “No puedo decir porcentajes, pero casi todos se sientan si hay sitio y colocan los coches de bebé en su lugar”, explica.


De Miguel asegura que se ha recopilado “mucha información en poco tiempo” de los “momentos críticos” de los pasajeros de el transpote público de Zaragoza, como las “subidas, bajadas, cambio de carriles y aceleración”.


“Al saber cómo se suben, dónde se sitúan y conocer los comportamientos, vamos a optimizar el diseño para mejorar la seguridad en los vehículos”, afirma el subdirector del Centro Zaragoza, que informó que los resultados finales se verán a final de año.