Hasta hace poco más de cinco años Esther Garrido, que se dedica al mundo de la empresa, y Tony López, maestro, eran profesores de jota en el Colegio Público Parque Goya I. Entonces nada les hacía presagiar que, tan solo con 25 años de edad, se convertirían en los fundadores y directores de una gran escuela que ya cuenta con alrededor de cien alumnos. “Al principio las clases estaban pensadas para el público infantil, pero poco a poco el número de alumnos ha ido creciendo y también hay grupos de adultos. No hay edad para practicar el baile, así que tenemos niños con 4 añitos y mayores de hasta 50”, apunta Tony López.

El éxito ha sido tal que este año, el de su consolidación, también han creado la escuela de rondalla y la de canto, que también están teniendo una gran aceptación. Francisco Esqués y Sergio Sanz, son los profesores de sendos grupos. “Lo que comenzó siendo un hobbie se ha convertido en una forma de vida. Damos clases cuatro y cinco días a la semana. Nosotros también somos bailadores, así que transmitir lo que sentimos con el baile es un orgullo. Es un trabajo muy gratificante que te hace aprender nuevas técnicas cada día”, dice Tony López.

Coincidiendo con su ya habitual festival de invierno que se celebrará el próximo 12 de febrero, la escuela va a celebrar su quinto aniversario en el cual demostrará el crecimiento y nivel adquirido desde que arrancó, en 2007. “Este año la cita será en el teatro de Salesianos, a partir de las 17.00. La carencia de todo tipo de instalación cultural en Parque Goya hace que tengamos que acudir a otros barrios para una cita de esta envergadura. En otras ocasiones hemos tenido que contar con la colaboración de los vecinos del Actur y Miralbueno, utilizando sus instalaciones”, explica López.

Una situación con la que se encuentran a diario al no contar con un centro en el que dar las clases. “Con la ayuda y el apoyo de la asociación de vecinos hemos conseguido que las sesiones se impartan en los colegios Parque Goya y Agustina de Aragón”, comenta el director de la escuela.

Además de la celebración de este festival de invierno, los grupos de jota, rondalla y canto de este barrio joven barrio zaragozano tienen otra cita en junio, coincidiendo con las fiestas del barrio. Todo con el objetivo de transmitir una filosofía clara: “enseñar el folklore de nuestra tierra, además de ilusionar a los alumnos, intentando innovar para que la enseñanza sea divertida a la vez que educativa”, concluye Tony López