Sucesos en Zaragoza

El cuaderno de una niña ayuda a descubrir un presunto pederasta

Los presuntos abusos sexuales tuvieron lugar en 2010, cuando la menor, que convivía entonces con su madre biológica y el acusado, tenía apenas 10 años de edad.

Un presunto agresor sexual se enfrentará este mes en la Audiencia de Zaragoza a una condena de 8 años y 6 meses de prisión por los supuestos abusos sufridos por la hija de su compañera sentimental, en cuyo cuaderno escolar escribió "no soy virgen, no soy virgen".


Los presuntos abusos sexuales tuvieron lugar en el primer semestre de 2010, cuando la menor, que convivía entonces con su madre biológica y el acusado, tenía apenas 10 años de edad.


Según relata la fiscalía en su escrito provisional de acusación, durante los primeros meses de convivencia, el acusado mantuvo una relación amistosa con la niña, "dándose con ella besos y abrazos" a los que la madre "no dio importancia".


El 23 de julio de 2010, la madre encontró en la basura de su casa unos papeles arrugados del cuaderno de su hija en los que leyó la frase "no soy virgen, no soy virgen", lo que provocó su alarma.


Al día siguiente, en una conversación entre ambas, la niña confesó a su madre que había mantenido relaciones sexuales "consentidas" con su padrastro, Edis Orlando M. A., de 32 años.


La joven relató que en mayo de 2010, el acusado le dio un beso en la boca y la manoseó por encima de sus ropas, "sin que ella se resistiera", afirma la fiscalía.


Unos días después, el presunto agresor trató sin éxito de mantener relaciones sexuales con la niña, algo que consiguió en posteriores encuentros sirviéndose de preservativos, siempre, según la acusación pública, con el consentimiento de la menor.


El informe psicológico elaborado por el médico forense a instancias del juez instructor destaca que el relato de hechos de la niña es "coherente y altamente creíble". Señala, además, que la menor presentaba en el momento de ser evaluada una conducta "precozmente sexualizada" y un "importante" desajuste personal.


El fiscal tipifica los hechos con un presunto delito continuado de abusos sexuales y solicita para el acusado una condena de 8 años y 6 meses de prisión, así como el pago de una indemnización de 12.000 euros por los daños morales causados.


El juicio contra el acusado se celebrará en la Audiencia de Zaragoza el próximo día 20 de febrero.