El fiscal pide 20 años para el hombre que descuartizó a su mujer en 2013 en Las Fuentes

Un tribunal popular juzgará estos hechos en Zaragoza a partir del próximo 28 de septiembre.

El fiscal pide 20 años de prisión para Vicente S.G., de 59 años, acusado de descuartizar en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza a su pareja sentimental, que por entonces tenía 42 años, tras asesinarla a martillazos tras una discusión en el domicilio que ambos compartían.


Un tribunal popular juzgará a partir del 28 de septiembre estos hechos, que sucedieron en abril de 2013. 


Según la versión de la Fiscalía, el acusado mantuvo una discusión con la víctima motivada por los gastos y el excesivo trabajo que para ella suponía el negocio de un quiosco-bar que regentaba en Zaragoza.


El hombre fue detenido el 12 de junio de 2013 en Suances (Cantabria) después de haber ingerido presuntamente veneno para topos, alcohol y pastillas en un hotel con el objetivo de suicidarse.


Vicente S.G. no consumó su objetivo y al desplomarse en la recepción del hotel, el personal que allí estaba avisó a los servicios sanitarios y a la Guardia Civil que, tras acceder a la habitación del acusado, halló una carta manuscrita en la que este confesaba el crimen y decía donde estaba el cadáver.


El acusado presuntamente asesinó a su pareja con un martillo con el que la mujer estaba partiendo almendras y de "forma repentina, inesperada y con gran violencia" la golpeó repetidamente hasta en cuatro ocasiones en la cabeza y también en el hemotórax izquierdo, causándole la muerte en el acto.

Posteriormente, el acusado, para ocultar el cadáver, lo descuartizó y lo introdujo en un arcón.


El fiscal pide 18 años de prisión por un delito de asesinato y otros dos por falsedad documental, según el escrito de calificaciones provisionales.


Además, le pide una indemnización de 80.000 euros para la hija y la hermana de la víctima.


También se le acusa de falsedad documental, puesto que para asegurar la continuidad del negocio del quiosco-bar, propiedad de su pareja, simuló de su puño y letra y faltando a la verdad, la firma un contrato de trabajo por parte de la víctima.


Según la versión de la Fiscalía, el acusado no presenta sintomatología alguna de padecer ninguna enfermedad mental.

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