Seis detenidos por defraudar 250.000 euros con contratos para obtener móviles de alta gama

Las primeras denuncias contra los arrestados se registraron en el mes de noviembre del año pasado.

Efectivos de la Policía Nacional han desarticulado, con la detención de seis personas en Zaragoza, un grupo criminal dedicado a la obtención masiva de terminales telefónicos de alta gama mediante la contratación fraudulenta a nombre de terceros, con lo que defraudaron 250.000 euros.


La investigación se inició en noviembre de 2014, tras la denuncia de los responsables de una empresa de mensajería a nivel nacional, quienes habían detectado ciertas irregularidades en la actividad desarrollada por uno de sus repartidores que cubría una concreta zona de reparto en el barrio de las Delicias junto a su mujer, propietaria de la empresa subcontratada para la cual trabajan ambos.


Los denunciantes habían observado que ciertas expediciones habían sido entregadas en lugares diferentes a las direcciones destinatarias, según los datos obtenidos de los sistemas de posicionamiento geográfico que utilizan los repartidores.


Fuentes de la Jefatura Superior de Policía explican en una nota de prensa de que los delincuentes se dedicaban a realizar de forma fraudulenta, vía telefónica o por Internet, y a nombre de terceras personas clientes de una determinada compañía operadora, la contratación de nuevas líneas telefónicas y/o cambios de tarifa de líneas ya existentes.


Los investigados, tras haber obtenido datos reales de clientes, procedían a cambiar primeramente su domicilio aportando como dirección de envío un domicilio cualquiera del barrio de Delicias de Zaragoza que estuviera dentro de la zona de reparto y, posteriormente, realizaban un cambio en la tarifa del titular, modificaciones que llevaban aparejadas la obtención gratuita o a bajo precio de terminales móviles de alta gama.


Una vez generado el pedido del teléfono, y conociendo la empresa de transporte encargada de la expedición, se daban precisas instrucciones a los repartidores de las empresas de transporte más reconocidas, a los que previamente ya habían captado, para que por una determinada contraprestación económica, simulasen la entrega del paquete en cuestión, retirándolo del reparto y entregándolo posteriormente a otro miembro de la organización.


Una vez que el paquete llegaba a Zaragoza era asignado por el domicilio de entrega a la zona de reparto concreta a los repartidores, quienes al ser conocedores de qué envíos debían apartar, se apropiaban de los mismos, efectuando una simulación de la entrega mediante la introducción de los datos y firma del supuesto cliente, quedando formalizada a todos los efectos.

Se pudo averiguar que había repartidores implicados en dos empresas más de gran importancia a nivel nacional y que habían realizado numerosos repartos de procedencia ilícita.


Los terminales eran o recogidos en persona por miembros de la organización, o remitidos directamente por los detenidos a diferentes destinatarios y lugares de la geografía nacional, como Barcelona, Lérida o Castellón, a cambio una contraprestación económica por unidad.


Otro de los detenidos, de nacionalidad china, era la persona encargada de la colocación de parte de estos teléfonos en la ciudad de Zaragoza, mediante la publicación de anuncios de compraventa en diferentes portales de Internet que eran adquiridos a un precio sensiblemente inferior por particulares.


Con el objetivo conseguir dar credibilidad y garantía a las operaciones de compraventa, aportaba facturas de compra ficticias, creadas "ad hoc" para el caso concreto.


Los autores habrían efectuado en estas condiciones durante el año 2014 más de 180 pedidos de telefonía, incluyendo casi 400 teléfonos en la ciudad de Zaragoza, lo que supone un fraude de casi 250.000 euros, de acuerdo al valor de mercado de los terminales, todos ellos de alta gama, así como por la tarificación en las llamadas realizadas, generalmente de carácter internacional.


También se ha esclarecido un número parecido de denuncias interpuestas por los clientes particulares o empresas, a los que en su nombre se habían contratado tanto nuevas líneas como diferentes condiciones en su tarifa actual, y a los cuales en muchos de los casos, se les reclamaba el valor de los terminales entregados a su nombre.


Las investigaciones, que continúan abiertas al objeto de identificar otros destinatarios de los envíos, han sido desarrolladas por agentes del Grupo de Delincuencia Económica de la UDYCO (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.