Los profesores del instituto de La Azucarera denuncian la saturación del centro

"La masificación afecta a la calidad y a la convivencia", critica el claustro de docentes.

Imagen de archivo del instituto de La Azucarera
Los profesores del instituto de La Azucarera denuncian la saturación del centro
Asier Alcorta

Los profesores del instituto de La Azucarera denuncian la masificación del centro y sus consecuencias en la atención a los alumnos, la calidad de la escuela pública y la convivencia en el centro, que ha empeorado. El claustro de profesores ha aprobado un documento muy crítico con la situación de saturación del instituto. El texto está colgado en la página web del centro.


"Es un instituto nuevo, con apenas nueve años de vida, que se proyectó para 520 alumnos como máximo. Todos se diseñó y construyó de forma muy ajustada para este número de alumnos: las aulas, los accesos, los pasillos, el patio, las instalaciones de uso compartidos. Ahora hay 819 alumnos, muy por encima de su capacidad. Y las previsiones para el próximo curso son de entre uno y cuatro grupos más, lo que superaría los 900 alumnos", explican.


"Este incremento ha ido acompañado por los ajustes/recortes educativos lo que se ha traducido en una serie de medidas que no han hecho más que complicar y deteriorar la práctica docente en general, y la de la escuela pública en particular. Estos recortes se han traducido en: más alumnos por cada grupo (con aulas que no cumplen el mínimo legal), más carga lectiva para los profesores y menos horas docentes fuera del aula para dedicarse a atender a los alumnos y a las familias", denuncian.


Los profesores advierten del aumento de la conflictividad como consecuencia de esta saturación: "Esta combinación de factores tiene consecuencias directas en la convivencia dentro del centro. La suma de más alumnos, instalaciones muy por encima de su capacidad, menos profesores y menos horas para gestionar los temas relacionados con la marcha del centro, han traído consigo un deterioro de las condiciones de trabajo, tanto de enseñanza como de aprendizaje. Consideramos que un mínimo incremento de alumnos, en instalaciones que están saturadas, redunda de forma automática en un aumento porcentual de la conflictividad por encima del crecimiento de alumnos".¿Barracones para el próximo curso?

Aún no se han realizado las matrículas para el próximo curso, pero el centro teme que el Departamento de Educación abra nuevas vías en 1º, 3º y 4º de la ESO, por lo que el número de alumnos podría llegar a cerca de un millar. Para dar cabida a estos alumnos, la DGA barajaba hasta ahora instalar barracones o, incluso, acondicionar otros espacios. Está pendiente la construcción de la ampliación del instituto, ya proyectada pero sin presupuesto.


"¿La solución es convertir La Azucarera en un macroinstituto? ¿Se baraja en alguna instancia administrativa la posibilidad de que el centro pueda llegar a una cifra próxima a los 1.100 aluumnos, sin llevar a cabo obras de ampliación, y todo con instalaciones provisionales?", preguntan los profesores.


"Al final, que el alumnado pueda estudiar en el centro más próximo a su casa parecer ser el objetivo, aunque lo haga en barracones en barracones provisionales y con unas instalaciones insuficientes y saturadas. Y ante esta realidad de hechos consumados, como docentes, por lealtad a nuestra vocación, a la sociedad, e incluso a la propia institución a la cual nos debemos, tenemos la obligación de decir que lo que en otros centros de la zona ya ha pasado (la masificación, la precarización, la provisionalidad, la improvisación chapucera), en La Azucarera está pasando y va a acentuarse de forma drástica en los próximos dos años", señalan.


"Por todo esto tememos que nuestro instituto acabe convirtiéndose rápida e irremediablemente en un centro donde la labor docente quede reducida a la gestión de situaciones conflictivas, en vez de ser un lugar donde eduquemos y formemos ciudadanos e individuos preparados para la vida adulta, que es lo que se supone que debe garantizar la educación pública", concluyen.