Desde hace unos meses, aquellos que habitualmente viajen en los autobuses urbanos de Zaragoza habrán notado un sensible cambio en las butacas. Los asientos de los autobuses han comenzado a lucir una nueva imagen, y es que se les ha eliminado la tapicería que habitualmente ‘vestían’.

Desde la empresa concesionaria, AUZSA, confirman este extremo asegurando que esta práctica se está llevando a cabo en aquellos vehículos en los que la tapicería necesita mantenimiento. Esta acción se está realizando de manera progresiva y continua, de manera que poco a poco todos los autobuses carezcan de este tapizado, tanto por higiene como por homogeneizar estéticamente la imagen de la flota. “El futuro va hacia la eliminación de la tapicería”, explican desde AUZSA que insisten en que se trata de la mejor opción debido al carácter de corta duración de los desplazamientos.

Los usuarios del transporte urbano parecen no tener grandes quejas sobre este cambio estético. “Cuando el autobús frena de golpe suelo resbalarme hacia abajo”, cuenta María José, usuaria habitual de la línea 38, “hace bastante tiempo que no veo un autobús de esta línea con tapizado”. Sara es una estudiante de Ejea de los Caballeros que hace uso de la línea Ci2: “Queda bastante feo pero es mucho más limpio, a veces veo los tapizados sucios y me echa para atrás a la hora sentarme”, cuenta mientras se desplaza hacia la estación de Delicias. “Supongo que serán más sencillos de limpiar y mejorarán en limpieza”, opina Alejandro, otro usuario de la misma línea.