Una cuarta parte de los pasos de peatones no están adaptados para las sillas de ruedas

Los barrios más viejos son los que más zonas impracticables presentan.

Dos zaragozanos atraviesan un cruce en silla de ruedas
Dos zaragozanos atraviesan un cruce en silla de ruedas
Heraldo

Uno de cada cuatro pasos de cebra de Zaragoza son poco o nada accesibles para las personas con movilidad reducida que se desplazan en una silla de ruedas. Así se desprende de un estudio realizado por Disminuidos Físicos de Aragón (DFA) en el que se analizan hasta 2.844 bordillos en otros tantos pasos de peatones en la capital aragonesa.


De estos, un total de 2.117 pueden ser cruzados sin mayores problemas por un vecino con movilidad reducida. Los 727 cruces restantes, que suponen una cuarta parte del total, presentan problemas e impedimentos.


Entre estos cabe diferenciar entre los practicables y los nulos. Los primeros tienen una altura máxima de dos centímetros, mientras que los segundos superan esa envergadura, haciendo imposible cualquier intento de superarlos.


"En los rebajes practicables, alguien con una silla de ruedas manual y con destreza puede desenvolverse, pero con una silla motorizada es más que complicado. Por su parte, los nulos (374 de toda la muestra analizada) son bordillos que no se han rebajado nunca y que resultan imposibles de superar, independientemente del tipo de silla y de la facilidad que tenga la persona para manejarla", explica Pilar Moreno, subdirectora del Área Social de DFA.


Pero la altura de los rebajes no es el único handicap que se detecta desde la asociación: "Hay pasos que se han rebajado a ras de suelo, pero que luego tienen vierteaguas".


En lo que a accesibilidad se refiere, cada distrito es un mundo. En El Rabal, por ejemplo, el 28% de los cruces no están adaptados. En San José, este porcentaje asciende hasta alcanzar el 30%. En el Centro el volumen de pasos de cebra aún no adaptados se dispara hasta el 34,5%.


"En general, los barrios nuevos se están desarrollando pensando en las personas con movilidad reducida, mientras que en los que tienen más años aún queda mucho trabajo por hacer", apunta Pilar Moreno. El distrito de Casablanca (que engloba también los barrios de Valdespartera y Arcosur) 'solo' tiene un 19% de cruces poco amigables.


Las últimas grandes actuaciones urbanísticas también favorecen la adaptación de la ciudad a la movilidad en sillas de ruedas. "Por ejemplo, en las obras del tranvía se aprovechó para adaptar las aceras, y trabajamos con el Ayuntamiento para que aproveche cualquier obra para adaptar la calle al ciudadano", indica la responsable de DFA.