​España y la ONU tienen contactos sobre el futuro de la Oficina del Agua de Zaragoza

La directora de la oficina ha revelado que ha habido "intercambios de cartas oficiales".

El gobierno español mantiene contactos con Naciones Unidas sobre el futuro de la Oficina del Agua de Zaragoza, cuya continuidad dependerá de los acuerdos que se adopten en la Asamblea General que celebrará la ONU en el mes de septiembre.


La directora de la Oficina del Agua, Josefina Maestu, ha revelado este martes que ha habido "intercambio de cartas oficiales" entre el Sistema de Naciones Unidas, al "más alto nivel" (su secretariado), y las autoridades españolas sobre este asunto.


Ha reconocido, no obstante, que no tiene ningún dato sobre las negociaciones abiertas y que deberán ser los estados que integran la ONU los que decidan el papel que puede tener en este momento una oficina como esta, que se abrió con motivo de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, que tenía como lema "Agua y desarrollo sostenible".


También ha avanzado que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha tratado con la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el futuro de la oficina, que tiene un presupuesto anual de unos 750.000 dólares, ha señalado su directora.


Maestu, que se ha referido a este asunto en una rueda de prensa en la que ha presentado los acontecimientos más destacados que se celebrarán en la recta final de la Década del Agua de la ONU que concluye este año, ha hablado también sobre la ultima avenida del Ebro.


A su juicio, España es pionera y un ejemplo para el mundo en la gestión del agua con las confederaciones hidrográficas y expresar su confianza en la capacidad de las instituciones ante este tipo de problemas, para los que no hay una única solución, ha dicho.


Actuar con infraestructuras, intervenir en el medio ambiente (como el dragado) o dar espacio al agua si hay llanuras de inundación son tres de las propuestas con las que se pueden gestionar las grandes avenidas, con el objeto de evitar los daños personales y las perdidas económicas.


España ha avanzado mucho y cuenta con mapas de zonas inundables en las que no debe haber urbanización, ni concentrar actividades humanas, ha afirmado la directora de la oficina, quien ha remarcado que lo importante antes estos fenómenos es que se puedan prever y que no haya daños.