Ozanam, una trayectoria de "calidez y calidad"

?Más de 600 invitados arroparon ayer a los patronos y voluntarios de la Fundación que celebró su primer cuarto de siglo con una gala en el patio de la Infanta.

Foto de familia de todos los galardonados en la gala con la que la Fundación Federico Ozanam celebró su 25 aniversario.
Ozanam, una trayectoria de "calidez y calidad"
Oliver Duch

Gracias por acompañarnos". Estas tres palabras, con su inmensa trascendencia, fueron las más repetidas anoche por los patronos, los colaboradores y los voluntarios de la Fundación Federico Ozanam. Con una concurridísima gala en el patio de la Infanta -se llenaron tanto el salón Aragón como el Rioja- la entidad celebró sus primeros 25 años de vida velando por los colectivos sociales más vulnerables. Menores tutelados, víctimas de la violencia de género o mayores sin una residencia digna han sido algunos de los benefactores a lo largo de este cuarto de siglo en el que la Fundación calcula que ha podido prestar ayuda a más de 50.000 personas. "Y nuestro objetivo es seguir haciéndolo. El rostro de la pobreza es cambiante y queda mucho por hacer para paliar los distintos problemas que van surgiendo en cada momento", explicaba ayer el presidente de la Fundación, Enrique Santamaría, que -no obstante- considera que "la sociedad ha avanzado muchísimo y, aunque nos pesa la recesión que ha habido en los últimos años, a diferencia de lo que parece, hace 25 años había muchas más necesidades que ahora en la sociedad".


El presidente de Ozanam, momentos antes de la entrega de galardones, explicaba que la Fundación se encuentra "en un periodo de consolidación", porque "en los últimos tres años hemos triplicado el presupuesto y el número de personas a las que ayudamos", que actualmente roza el umbral de los 14.000 zaragozanos al año. Todo, gracias al trabajo de sus 750 empleados en plantilla, sus más de 900 voluntarios y sus colaboradores habituales (instituciones, medios y entidades financieras), a quienes ayer quisieron reconocer con diversos galardones.


La presidenta del Gobierno autonómico, Luisa Fernanda Rudi, recogió un galardón y destacó en su discurso la "coherente trayectoria" de una Fundación, que "llega donde no lo consigue hacer la administración pública". Rudi, antes de hacer doblete y acudir a la entrega de los premios Don Bosco, agradeció a todos los voluntarios de Ozanam "que hagan del bienestar de las personas el objeto de sus desvelos". El concejal socialista Carlos Pérez Anadón recibió la distinción otorgada al Ayuntamiento de Zaragoza (los galardones eran esculturas del artista Florencio de Pedro) y recordó que, antes de ser Fundación, Ozanam ya funcionaba como Obra Social y luchaba por los desfavorecidos del barrio de San Pablo. Anadón agradeció que Santamaría y los suyos ejerzan de "testigos incómodos", que luchen contra la indiferencia y destacó "el consenso social e institucional que generan".

Una labor discreta y diaria


HERALDO y la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión también fueron distinguidos por "ser un altavoz" que amplifica la voz de los desfavorecidos. Jesús López Cabeza, director general de CARTV, apuntó que los medios públicos han de ser "plurales, abiertos, transparentes, pero también responsables, solidarios y comprometidos". Pilar de Yarza, presidenta editora de HERALDO, resaltó que el premio debería ir en sentido inverso, de los zaragozanos hacia la Fundación, cuyo germen está en las Conferencias de San Vicente de Paúl, por lo que "lleva muchos más de 25 años ejerciendo una loable labor discreta y diaria".


María González (de la Fundación de Caja Inmaculada), Ricardo Ger (La Caixa) y María Teresa Fernández (Ibercaja) fueron también distinguidos por su apoyo -entre otros- a los programas sociales de dinamización comunitaria, ayuda a domicilio o inclusión social.


Uno de los momentos más emocionantes de la gala, presentada por Adriana Oliveros y Samuel Barraguer y amenizada por B Vocal, llegó cuando Pilar Ríos, en representación de todos los voluntarios, subió al estrado para reconocer la labor altruista de cientos de jóvenes y mayores, cuyo mejor botón de muestra es el Rastrillo Aragón que se celebra anualmente. Cita que, por cierto, comenzó a convocarse antes de que se creara la Fundación, dado que el año pasado cumplió su infatigable 28ª cita con los zaragozanos más solidarios.