La Policía busca al vecino que lanzó un explosivo e hirió en los ojos a una joven

Tiró el artefacto desde una ventana contra los clientes de un bar que fumaban en la calle.

Carlota R. M. evoluciona favorablemente de las quemaduras en los ojos que le causó un artefacto explosivo lanzado por un desconocido desde una ventana contra un grupo de personas que estaba en la puerta de un bar de la zaragozana calle de Francisco de Vitoria fumando un cigarrillo.


La joven, de 22 años, fue examinada ayer de nuevo en el servicio de oftalmología de un centro hospitalario, donde los médicos le apreciaron cierta mejoría. «Sigue con dolores y con los calmantes, pero el pronóstico es positivo», contó su madre, Begoña M. «Esperamos -añadió- que no le queden secuelas. Nos han dicho que, en principio, no tiene por qué perder visión pero que todo dependerá de la evolución de las córneas».


Carlota R. M. resultó herida por una botella llena de ciertos compuestos químicos arrojada por un vecino de la mencionada calle, que aún no ha sido localizado por la Policía. Fuentes de este cuerpo aseguraron ayer que mantienen abierta una investigación para averiguar la identidad de esta persona que, en principio, vive encima del establecimiento situado en el número 23. Al menos así lo creen los jóvenes que resultaron afectados por el artefacto.


«Carlota me ha dicho que la botella cayó recta hacia abajo, por lo que es obvio que tiene que proceder de los pisos de arriba», recordó Begoña M. La mujer mostró su esperanza en que la Policía dé con el autor de tan gratuito daño «para que no lo vuelva a hacer».


Manifestó que su hija se está recuperando, pero los daños derivados de la agresión podrían haber sido mucho más graves. «De momento, al menos esta semana no podrá ir a la Universidad (Carlota estudia Geología) ni hacer las prácticas obligatorias que tiene por las tardes», señaló. No obstante, acto seguido insistió en que lo principal es que no le quede ninguna secuela y recupere totalmente la visión.

Como informó el sábado HERALDO, la joven quedó con sus amigos la víspera de la Cincomarzada para tomar unas consumiciones por los bares de la zona de Francisco de Vitoria. Sobre las 2.00, salió con uno de ellos a fumarse un cigarro a la puerta del local y se sentaron en el bordillo de la acera.


De repente, alguien arrojó una botella de plástico desde una ventana que fue a caer muy cerca de donde estaban. Un joven la tocó despacio con el pie, rodó hasta donde se encontraba la muchacha y estalló. La explosión causó a Carlota R. M. quemaduras en la cara y fundamentalmente en los ojos. Su amigo también resultó alcanzado en el pecho aunque la cazadora que vestía impidió que los productos químicos le tocaran la piel.


Begoña M. afirmó que ignoran de que estaba compuesto el artefacto aunque les habían dicho que podía ser de una mezcla de amoniaco, ácido sulfúrico y plástico. Se ignora si alguien llegó a recoger restos de la botella fueron recogidos para ser analizados.