'Tu residuo es vida'

La familia de Aarón, un niño zaragozano de 3 años con síndrome de Pearson, lanza una campaña de reciclaje para costear su tratamiento en EE.UU.

El pequeño Aarón, en la escuela
El pequeño Aarón, en la escuela

La familia de Aarón, un niño zaragozano de tres años al que se le diagnosticó con apenas 8 meses de vida el síndrome de Pearson, una enfermedad rara degenerativa, apura las últimas oportunidades para darle al pequeño un motivo de esperanza, en forma de tratamiento experimental en el Hospital Universitario de Cleveland (EE.UU.). Ángel, su padre, que lleva todos estos años luchando por recaudar fondos para su causa, va a lanzar una campaña de recogida de residuos con la que espera poder costear el viaje a norteamérica.


“Desde que le diagnosticaron la enfermedad no hemos parado de buscar fondos para luchar contra ella. Es degenerativa y afecta a órganos básicos, los niños que la padecen no suelen llegar a adultos”, reconoce Ángel. En España, tan solo hay cuatro casos detectados, dos de ellos en Aragón. “El Hospital Miguel Servet -del que asegura ha recibido el mejor trato posible- se puso en contacto con el de Cleveland, son una referencia en este tipo de tratamientos”.


De momento, la familia espera que el centro especializado les remita una relación de los costes que van a tener que afrontar, pero asegura que “no va a ser barato”. Hasta ahora, han intentado todo tipo de iniciativas para recaudar fondos, como recogida de tapones, carreras solidarias, recogida de móviles usados... en las que han descubierto “la buena gente que te puedes encontrar en la vida, que se vuelcan por una causa ajena”.


Pero la nueva campaña busca, bajo el lema 'Tu residuo es vida', la complicidad de las empresas aragonesas que quieran poner su granito de arena. Para ello, Ángel cuenta con la colaboración de Constantino Aznar, responsable de Reciebro, una empresa zaragozana de recogida y tratamiento de residuos. “Conocí su caso por la recogida de tapones. Me he dedicado a esto toda mi vida y vi que le podía ayudar con mis conocimientos y abrirle algunas puertas”, explica.


La idea básica es que las empresas cedan la gestión de sus residuos -o al menos de uno de ellos- para la causa de Aaron, que recibirá el 50% de los beneficios de esta actividad. En un solo mes, Ángel ya ha recaudado casi diez veces más que con los tapones, acercando más a su hijo al tratamiento norteamericano, gracias a la colaboración de firmas como Italpanelli o Transportes Callizo.


“Llevamos solo una semana dando guerra y estamos teniendo muy buena recepción. También queremos ponernos en contacto con colegios e institutos, lo importante es que funcione el boca a boca”, comenta esperanzado Ángel.

“De la tele, solo ve los programas de cocina”

Mientras tanto, la familia de Aarón intenta que el pequeño, vecino del barrio de Rosales del Canal, “no se entere de lo que pasa, que sea un niño normal”. Está escolarizado y aunque tiene un retraso de unos doce meses en desarrollo motriz, “habla y entiende como los demás”. Aún así, ya ha recibido 46 trasfusiones de sangre, y cualquier catarro deriva en problemas, por lo que se limita su contacto, por ejemplo, con animales.


Su padre, que recientemente ha tenido que traspasar el bar que regentaba para conseguir liquidez, asegura que “hay que estar 24 horas pendiente de él, aunque intentamos que no viva en una burbuja”, y comenta que “le encanta jugar y dibujar, la tele más bien poco, solo los programa de cocina porque cree que luego se lo va a comer”, ríe Ángel.


Página de Facebook: Todos con Aarón