El Ebro en Zaragoza se mantiene estable con 4,64 metros de altura y un volumen de 1.691 metros cúbicos por segundo, un caudal que no ha alcanzado todavía el nivel máximo y que se va a mantener durante veinticuatro horas.

Se espera que a lo largo de la mañana la cresta de la crecida llegue a Zaragoza con un caudal ligeramente por debajo de los 1.800 metros cúbicos por segundo, por lo que este aumento, según han explicado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no va a ser relevante frente a la situación actual.

"Los caudales en estos momentos son igual de altos y potentes que si hubiera alcanzado la cresta", han explicado desde el organismo de cuenca y precisan que el problema son las veinticuatro horas de presión continua con un elevado volumen de agua sobre las defensas del Ebro, lo que hace que aunque sea una avenida ordinaria sea "importante".

No obstante han informado de que no se han producido roturas de motas, ya que se habían reforzado las del barrio de Movera y el municipio de Pastriz, aguas abajo de Zaragoza, y a petición de los alcaldes se habían revisado otras como las de Alagón, Cabañas o Alcalá de Ebro.

En Novillas (Zaragoza), la punta de la crecida dejó afecciones en diez o doce casas del casco urbano y en alrededor de 1.500 hectáreas de cultivos, además de en otras 1.800 en la zona de Gallur, según precisó Antonio Manero, de la Plataforma de Afectados por las Inundaciones.

En la CHE reconocen la dificultad que han tenido para calcular con precisión los caudales del Ebro y el momento de la llegada del volumen máximo, dado que ha recibido afluencia de agua continuamente desde distintos afluentes por el temporal de agua y nieve del fin de semana.