Zaragoza ha perdido 8.000 extranjeros en cuatro años

Pese a la crisis, sigue aumentando la presencia de rumanos, nicaragüenses y paquistaníes.

Frutería regentada por paquistaníes en Zaragoza
Zaragoza ha perdido 8.000 extranjeros en cuatro años
P. F.

La crisis y la falta de empleo han afectado especialmente al colectivo de inmigrantes de Zaragoza, como reflejan las estadísticas de población. En la capital aragonesa viven 100.853 personas de origen extranjero, unas 2.000 menos que el año pasado y cerca de 8.000 menos que en 2011, el año en que se batió el récord, según los últimos datos del padrón municipal de 1 de enero de 2015.


Los años previos a la crisis, la población extranjera se multiplicó, pasando de 43.355 empadronados en 2004 a 92.491 en 2008. Después, siguió creciendo a un ritmo menor hasta 2011, con 108.234 habitantes de origen extranjero (el 15%). Ahora, la población extranjera representa el 14% de los vecinos de Zaragoza.


Los barrios más multiculturales son el Casco Histórico (con 11.239 extranjeros, el 24% de la población del distrito) y las Delicias (25.223 extranjeros, un 22% del total).


Por nacionalidades, los rumanos son el colectivo mayoritario entre la comunidad inmigrante de Zaragoza (33.246 empadronados), seguidos de los ciudadanos procedentes de Marruecos (7.548), China (5.594), Ecuador (5.435), Nicaragua (4.882), Colombia (3.868), Argelia (3.346), Senegal (3.288), Portugal (2.032) y Brasil (1.805).Se van los latinos

En 2014 continuó la tendencia de los últimos años de descenso de latinos: casi un millar de ecuatorianos menos, 693 colombianos menos, 237 dominicanos, 49 argentinos. También descendió el número de chinos (199 menos), que venía siendo uno de los colectivos crecientes en la ciudad, marroquíes (306) y argelinos (109).


"Llevamos varios años asistiendo a un retorno de ciudadanos latinos a sus países de origen, pero no es un retorno masivo, es un goteo. Muchos vinieron cuando tenían 30 o 35 años, y ahora tienen hijos, que estudian aquí, que quieren quedarse aquí. Entre los que retornan, muchos lo hacen para intentar emprender allí y montan pequeños negocios con los ahorros conseguidos en España. En Ecuador y Colombia se percibe ahora cierto dinamismo económico. Y en Ecuador, además, el Gobierno ha aprobado leyes para incentivar el retorno de los emigrantes", afirma Juan David Gómez, sociólogo y profesor de la Universidad de Zaragoza. Él llegó de Colombia en 1999 y fue cofundador de la Asociación de colombianos en Aragón Colombia Unida.Siguen llegando rumanos, nicaragüenses y paquistaníes

Pese a la crisis y la marcha de muchos extranjeros, algunos colectivos siguen aumentando su presencia en Zaragoza. En 2014 aumentó el número de rumanos (1.098 más), nicaragüenses (170), senegaleses (333) y paquistaníes (100).


"Aragón sigue siendo un destino para muchos rumanos. Pese a la crisis, muchos prefieren quedarse aquí. Temen que no les vaya bien si vuelven a Rumanía. El retorno es difícil después de vivir muchos años fuera. Hay mucha gente que vive a caballo entre los dos países. Están empadronados aquí, mientras intentan montar un negocio allí", señala Gabriela L. Marginean, presidenta de la asociación de rumanos en Aragón Acasa.


Es curioso el caso de los paquistaníes, una nacionalidad muy minoritaria en el mapa de extranjeros de Zaragoza y que ha crecido mucho en los últimos años. En 2008, eran solo 183 y en este tiempo su presencia se ha multiplicado por cuatro. Ahora hay 856 empadronados, son sobre todo hombres y muchos se dedican al comercio.


"Vamos donde hay posibilidad de negocio. Zaragoza es una buena ciudad para trabajar", aseguran Shafiq y Abdul, paquistaníes, que hace unos meses abrieron una frutería en el Casco Histórico. El primero trabajaba antes en Benidorm y su amigo, en Valencia de cocinero. Como ellos, otros compatriotas han abierto numerosas fruterías en los últimos dos años en Zaragoza.


"Las migraciones están cambiando. Cada vez vamos a ver migraciones más cortas y mucha más movilidad. La gente se mueve donde hay trabajo y cambian de ciudad y de país con frecuencia. Los que vinimos a finales de los años 90 y después buscábamos un proyecto de vida y una estabilidad", sostiene Juan David Gómez.