“Si no se puede correr, ¿hay que andar rápido para coger el bus?”

La DGT pretende poner límites de velocidad y realizar pruebas de alcoholemia a los peatones.

Varios corredores, durante una prueba
“Si no se puede correr, ¿hay que andar rápido para coger el bus?”
A. Navarro

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha presentado el proyecto del Reglamento de Circulación para que pueda ser aprobado, aunque se ha encontrado con la oposición del Consejo de Estado. Este organismo considera que se debería replantear el texto puesto que presenta algunas “imprecisiones”. En especial, en los aspectos más controvertidos como puede ser la obligatoriedad de realizar un test de alcoholemia al peatón en el caso de que se cometa una infracción.


Una decisión con la que muchos zaragozanos están de acuerdo. “Creo que está muy bien pensado porque hay peatones que hacen cosas mal y luego la culpa siempre es de los conductores”, señala Manuel Vitalen. Opinión similar a la que tiene Esmeralda Sanz, que sufrió un accidente por culpa de un peatón. “Muchas veces son los viandantes los culpables y se deberían vigilar más estas situaciones”, sostiene.


Sin embargo, también hay algunos que se muestran contrarios a esta medida, que según el Consejo de Estado podría dañar la Constitución puesto que infringe la libertad de circular libremente por el territorio nacional y la intimidad personal. “Es una vergüenza, si por ejemplo voy a echarme unas copas por ahí y voy andando, ¿me quitan los puntos?”, se pregunta Rubén Compani.


El test de alcoholemia solamente lo podrán realizar si se encuentran en las inmediaciones de un accidente o han cometido una infracción. “Nos están agobiando tanto que va a haber un momento en el que no vamos a poder salir porque si me tomo dos cañas y hay un accidente ¿qué pasa?”, cuestiona Sonsoles Gil. Por su parte, Nuria Román considera que si se está involucrado en un accidente tráfico es algo correcto.


Otro de los puntos más controvertidos ha sido la decisión de poner un límite de velocidad a los peatones, en concreto, el del paso humano, prohibiendo de este modo correr por las aceras. “Es totalmente ilógico porque si pierdes el autobús ¿qué haces? ¿no corres?” se pregunta Alberto Aranda. Una opinión que comparten la gran mayoría de los ciudadanos. “Un poco de organización no nos vendría mal, pero poner un límite de velocidad para ir andando es una locura“, recalca Peña Luis. Lo mismo considera Esmeralda Sanz, que recuerda que en vez de vigilar si los peatones corren o no, se debería controlar más lo que hacen las bicicletas.


La reducción de velocidad que aconseja la DGT tampoco ha sido bien recibida. El Consejo de Estado considera que disminuir el ritmo de las carreteras convencionales de 100 a 90 km/h y de 90 a, en muchos casos, 50 km/h en la red secundaria “ralentizará innecesariamente todos los desplazamientos”. Algo que también perciben los ciudadanos, que no consideran que de esta manera se vayan a producir menos accidentes. “En según qué sitios reducir todavía más los límites de velocidad va a provocar que aumenten los accidentes de tráfico”, considera Nuria Román.


No obstante, la DGT ha matizado que no se va a multar a nadie por hacer 'running', y que tampoco se realizará un test de alcoholemia a las personas de una boda porque haya un accidente al lado, tal y como aseguraba el Consejo de Estado.