Un hombre llegado de Mali ingresa en el Royo Villanova por sospecha de ébola

Fue trasladado desde su casa de Monzón, de la que no salió tras notar los síntomas.

Fue ingresado en el ala derecha de la cuarta planta del Royo Villanova, preparada para tratar este virus.
Un hombre llegado de Mali ingresa en el Royo Villanova por sospecha de ébola
José Miguel Marco

El Departamento de Sanidad activó ayer por segunda vez este año el protocolo por un posible caso de ébola en Aragón. Se trata de un varón de 31 años residente en Monzón que regresó el pasado domingo de Mali, su país natal, después de visitar a su familia durante tres semanas. El paciente empezó a manifestar el martes a las 19.00 fiebre, dolor de garganta y cefalea y, dado que había estado en un país de riesgo, se decidió activar el protocolo por precaución. Ayer fue trasladado en ambulancia hasta el hospital Royo Villanova de Zaragoza, el centro de referencia en Aragón para el tratamiento de este virus, donde anoche se le extrajo sangre para comprobar si tiene ébola u otra enfermedad, como malaria. En principio, hoy se conocerán los primeros resultados.


El director de Planificación y Saneamiento, Antonio Villacampa, explicó que el paciente acudió en octubre al centro de salud de Monzón para anunciar que iba a hacer un viaje a Mali, aunque por motivos que se desconocen prefirió no tomarse el medicamento preventivo contra la malaria. El pasado domingo regresó del viaje y aterrizó en Barcelona. Y este lunes acudió al mismo centro de salud para avisar de que ya había vuelto y de que se encontraba bien.


Sin embargo, anteayer a las 19.00 empezó a encontrarse mal, llamó al médico y se le pidió que se tomara la temperatura, "algo que no pudo hacer porque carecía de termómetro en su casa", explicó Villacampa. Ayer por la mañana se le hizo una encuesta epidemiológica. También se le midió la fiebre y dio un resultado máximo de 37,6 grados, misma temperatura con la que llegó a Zaragoza. El protocolo establece que la fiebre debe ser superior a 37,7, si bien se decidió activarlo por seguridad.


Orden de aislamiento


Según Villacampa, durante el tiempo que ha estado con síntomas antes de que fuera trasladado al hospital -único momento en el que podría haber contagiado a otras personas-, el paciente no salió de su domicilio en Monzón, ubicado en la calle de San Juan Bosco. Reside en un piso con otras dos personas, que hasta el momento no han presentado ningún síntoma.


Según fuentes del Ejecutivo autonómico, el juzgado de Monzón autorizó anoche el aislamiento de los dos compañeros en el piso del enfermo tras haberlo solicitado Salud Pública. Deben tomarse la temperatura dos veces al día y, en el caso de que el paciente que ahora está en el Royo Villanova diera positivo por ébola, serían trasladados hasta este mismo centro hospitalario.


Desde el Gobierno de Aragón pidieron ayer "absoluta tranquilidad" y recordaron que el riesgo de contagio es "ínfimo". También dijeron que la posibilidad de que esta persona tuviera ébola es "muy escasa" ya que, según Villacampa, solo estuvo en Bamako -capital de este país donde está el foco de ébola- en el viaje que hizo en bicicleta desde su pueblo hasta allí para coger el avión de regreso.


El protocolo fue activado a las 14.10 y sobre las 18.30 llegó la ambulancia desde Zaragoza para recogerlo. Esta salió de la sede del 061, donde Sanidad ha decidido guardar los tres vehículos preparados para estos casos por razones de mantenimiento. El paciente abandonó su casa por su propio pie y no fue necesario el uso de camilla porque se encontraba bien (de hecho, viajó sentado).


La ambulancia emprendió el viaje de regreso a las 19.20, escoltada por un vehículo de la Guardia Civil, y llegó a San Gregorio a las 20.38. Allí, la ambulancia descendió al sótano que está debajo de la puerta de las consultas hospitalarias. Los profesionales abrieron las puertas de atrás y dirigieron al enfermo hacia el ascensor de servicio, que solo puede utilizar el personal autorizado.

Posteriormente, fue ingresado en el ala derecha de la cuarta planta, un espacio preparado para un posible caso de ébola y donde también estuvo la que hasta ahora había sido la única persona en Aragón por la que se tuvo que activar el protocolo: un vecino de Zaragoza, natural de Guinea Conakry, que también había visitado su país recientemente. Afortunadamente, dicho paciente no se había infectado, ya que en realidad tenía malaria, cuyos síntomas iniciales son muy similares.