Acepta una multa de 360 euros por las amenazas que hizo a la familia del autor del crimen de Alagón

La fiscal pedía inicialmente seis años de cárcel y la acusación particular siete y medio, pero al admitir los hechos y pedir perdón se alcanzó un acuerdo.

Mikel Muñoz
Acepta una multa de 360 euros por las amenazas que hizo a la familia del autor del crimen de Alagón
Oliver Duch

Las graves amenazas que se profirieron contra la familia de Rafael Viñuales Kleinle durante el juicio en el que este último fue condenado a diez años por el crimen de Alagón -del que fue víctima Juan Gonzalo Escolano, el Chino, a las puertas del bar los Panaderos- llevaron ayer al banquillo de los acusados a Mikel Muñoz. La Fiscalía pedía inicialmente para él seis años de cárcel, mientras que la acusación particular, a cargo de Mariano Bonías, del despacho de Enrique Trebolle, elevaba la pena a siete y medio. Sin embargo, tras reconocer el joven los hechos, pedir perdón y mostrarse "muy arrepentido", las partes se avinieron a un acuerdo por el que el acusado fue condenado in voce a una multa de 360€. Porque, como pedía la defensa, a cargo de José Cabrejas, los cuatro delitos de amenazas terminaron calificándose como simples faltas.


Durante el juicio por el crimen de Alagón, que se celebró entre los días 12 y 16 de noviembre de 2012, el ahora condenado se dirigió al padre de Rafael Viñuales Kleinle con expresiones como: "Os mataremos, tu hijo saldrá de la cárcel a trozos y a ti que queda poco, asesinos, te vamos a matar". El joven amenazó también a madre y las hermanas gritándoles: "Putas, os mataremos, recibiréis lo primero los trozos de estos".


Todos los amenazados reconocieron ayer que sintieron miedo. "¿Quién no lo tendría cuando te están amenazando de muerte?", declaró el padre de Rafael Viñuales Kleinle, Rafael Viñuales Serrano, al que la Audiencia Provincial condenó también a un año de cárcel por un delito de amenazas en el juicio por el crimen del Chino, y al que el Supremo rebajó recientemente la pena a una multa de 200 euros al apreciar solo una falta.


Las partes se mostraban ayer satisfechas por el resultado del juicio y el propio titular del Juzgado de lo Penal número 7 les dio las gracias por reconducir el asunto. Para la acusación particular, se trataba de conseguir que el acusado admitiera que había proferido graves amenazas contra la familia, lo que finalmente hizo y por lo que también se le ha impuesto una medida de alejamiento e incomunicación que se prolongará durante dos años. La defensa, por su parte, reconocía también estar contenta, puesto que se estaban pidiendo penas muy elevadas que se han quedado en una multa.