El fiscal pide 5 años de cárcel por blanqueopara un condenado por tráfico de drogas

El acusado, pese a no tener trabajo ni ingresos, contaba en sus cuentas con al menos 24.000 € de procedencia sospechosa.

La Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a José Daniel M. L., un hombre al que la Policía detuvo con 15 gramos de cocaína y 5 de speed y para el que la Fiscalía solicita ahora cinco años de prisión como presunto autor de un delito de blanqueo de capitales. Y lo hace porque pese a no tener trabajo ni cobros regulares, este hombre tuvo ingresos significativos en sus cuentas bancarias. Cantidades que la Policía sospecha que procedían de la venta al por menor de droga. De hecho, la Audiencia Provincial ya lo condenó por un delito contra la salud pública en 2013.


Según explicaron ayer los funcionarios de la Brigada de Blanqueo de Capitales, en el periodo comprendido entre 2009 y 2013 el acusado llevó al banco cuatro importantes sumas en metálico: en dos ocasiones ingresó 17.000 euros, en otra 9.000 y en una tercera, 2.000. Tras estudiar todos los movimientos, la Policía Nacional llegó a la conclusión de que al menos 24.554 euros tendrían una procedencia sospechosa. "Y esta cantidad sería la más favorable para el acusado, porque nosotros tenemos motivos para pensar que los 45.000 euros podrían haber sido blanqueados", aseguraron.


Un crédito para hacer pisos


El acusado, al que asiste el letrado Carlos Carreras, negó haber cometido ningún delito e intentó justificar el origen del dinero. "Yo pedí un crédito de 18.500 euros en el año 2004 para poner en marcha una fundación-cooperativa con la que construir pisos. Pero esta nunca se materializó y yo me quedé el dinero", declaró José Daniel M. L. Según este, los avalistas de aquella operación y quienes terminaron pagando las cuotas del crédito fueron sus padres, con los que siempre ha vivido. "Les engañé, porque ellos creían que yo había destinado los 18.500 euros a la fundación", aseguró. Sin embargo, mantiene que ese dinero lo guardó y años más tarde lo llevó al banco.


En cuanto al resto de dinero ingresado, mantiene el acusado que procedía de las "chapuzas" que hacía arreglando y tiñendo cazadoras de cuero. Como no tenía trabajo, dice que sus padres también le daban unos 300 euros mensuales. Pero la Fiscalía no cree esta versión y, como la Policía, entiende que el dinero blanqueado procede de la venta de distintas drogas.