Aumenta más de un 30% los ingresos por patentes de la Universidad de Zaragoza

En el mismo periodo de tiempo se han reducido a la mitad el número de licencias firmadas.

Un grupo de científicos de la UZ investigando la vacuna para la tuberculosis
Aumenta más de un 30% los ingresos por patentes de la Universidad de Zaragoza
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La investigación es el principal precursor de las patentes y, por lo tanto, de los ingresos que estas generan. En la actualidad, la Universidad de Zaragoza se encuentra a la cabeza nacional en este aspecto, en concreto, es la segunda universidad que más ingresos origina a través de las patentes firmadas. “Esto es muy importante porque hace cuatro años solamente se producían 55.000 euros por este tema, mientras que en estos momentos son más de 140.000”, recalca Pilar Zaragoza, vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica.


Ejemplo de este gran incremento es que en el último año se ha pasado de 108.901,81 euros ganados por 'royalties' a los 142.280,14 que llevan conseguidos hasta este mes -todavía faltan los datos de noviembre y diciembre-. “Hemos cambiado la filosofía a la hora de generar patentes puesto que antes se hacían muchas y sin ningún criterio social, es decir, que muchas de ellas no tenían viabilidad en el mercado”, explica Zaragoza. Además, destaca que entre sus perspectivas está duplicar los ingresos en el próximo 2015.


Por el contrario, el número de licencias firmadas -tanto nacionales como internacionales- se ha reducido a la mitad en un solo año. “Creemos que es más importante hacer pocas y de calidad, por ello, tenemos un equipo de expertos en la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) que se encarga de hacer un estudio de mercado sobre las patentes que nos proponen”, sostiene Zaragoza.


Al mismo tiempo destaca que durante los cuatro años que se lleva aplicando esta política les está dando grandes resultados. “En la actualidad las empresas valoran muchos aspectos antes de meterse en un nuevo negocio, por eso, buscan cosas que se puedan llevar a cabo y vayan a ser fructíferas a nivel global”, asegura. Por eso, la Universidad de Zaragoza continúa haciendo más patentes internacionales -9 en el último año- que nacionales -3 en el mismo periodo-. “No hay que olvidar que una vez que se compra una patente se tardan varios años en conseguir sacarla al mercado, aunque algunas comienzan a generar ingresos desde el primer año”, recalca.

Helio y tuberculosis, las patentes más rentables

En estos momentos hay una patente que sobresale por encima de las demás. Este es el caso del sistema de recuperación de helio, que pertenece al Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA). “Para avanzar en sus trabajos necesitaban helio y como es muy escaso en la naturaleza, inventaron su propio sistema para recuperarlo”, explica Zaragoza. Al principio lo crearon a pequeña escala, pero debido a los grandes resultados que daba lo patentaron y ahora una empresa americana lo está vendiendo por hospitales de todo el mundo -es necesario para todas las pruebas de rayos x y resonancias magnéticas-.


Otra muy importante, tanto por los ingresos que genera como por los beneficios sociales que puede tener, es la vacuna de la tuberculosis. “Ahora mismo es la única que hay con cepa humana y estamos muy ilusionados puesto que mucha gente está interesada en comprarla”, relata. Al mismo tiempo sostiene que sería muy buena noticia poder utilizarla puesto que ayudaría a muchas personas, en especial, a proteger al tercer mundo.


De hecho, algunas patentes han tenido tanto éxito que la universidad ha elaborado un catálogo con toda su oferta tecnológica -en él aparecen las licencias más destacadas-, que se presentará el próximo 1 de diciembre en el Aula Magna del Paraninfo.

Sin investigación no hay futuro para las patentes

No obstante, todos estos avances pueden verse truncados por la falta de recursos económicos que tienen en los laboratorios y centros de investigación de la universidad. A esto hay que añadirle la fuga de cerebros que está habiendo de titulados -especialmente doctorados- hacía otros países en los que sí que encuentran un trabajo. “Durante los últimos años hemos generado con dinero público gente muy preparada, que ha estudiado su carrera, el doctorado, después han hecho un postdoc y ahora cuando empezarían a dar resultados, no les podemos ofrecer un lugar dónde investigar”, se lamenta Zaragoza. De este modo, si la situación se mantiene es muy complicado que se siga avanzando en las investigaciones y, por lo tanto, crear más patentes.