La huelga de celo de la Policía Local se cierra con multas a 46 buses que estaban en servicio

Las acciones de los agentes, que fueron "excepcionales", provocaron retrasos de siete horas a los usuarios de Auzsa.

Varios policías locales ejercen su derecho al voto en el cuartel de La Paz.
La huelga de celo de la Policía Local se cierra con multas a 46 buses que estaban en servicio
Gullermo Mestre

La huelga de celo de la Policía Local de Zaragoza, ya cerrada, la sufrieron los ciclistas que aún circulaban por las aceras con el permiso del Ayuntamiento, pero también los usuarios del transporte público. El Ayuntamiento concretó ayer que fueron 46 los autobuses urbanos detenidos y multados por los agentes en solo 13 días. Fuentes cercanas al servicio señalaron que se trató de actuaciones policiales "totalmente excepcionales", ya que en la mayoría de los casos se detuvo a los vehículos sin motivo aparente, interrumpiendo el servicio por un tiempo global de siete horas y causando, por tanto, un perjuicio a los usuarios.


El alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, afirmó en su día que las multas que se impusieran a cualquier persona en el contexto de la huelga de celo no se tramitarían. Sin embargo, la mayoría de las sanciones que afectaron a los autobuses fueron remitidas a la Jefatura Superior de Tráfico, que depende del Gobierno central y no del Ayuntamiento, por lo que no será potestad del Consistorio imponer o no esas sanciones de manera definitiva.


Los expedientes abiertos por los agentes se concentraron en solo dos semanas, entre el 19 de septiembre y el 2 de octubre. Los motivos fueron muy variados, aunque la mayoría se justificaron por el supuesto mal estado de las luces. También se impusieron por el desgaste excesivo de los neumáticos, por exceso de humos, un estacionamiento incorrecto y problemas en las rejillas, las lunas, la documentación, etc.


En algunos casos se llegaron a imponer multas por más de un motivo a un vehículo, e incluso un autobús fue multado dos veces el mismo día. Según explicó en su día Auzsa, algunas de las sanciones se impusieron escasos días después de que hubieran pasado la ITV, y de hecho admitieron que algunas unidades volvieron a circular sin problema tras recibir la sanción.


El día en que más autobuses se detuvieron fue el 25 de septiembre, cuando 23 unidades fueron paradas y, en muchos casos, sancionadas por agentes de la Policía Local, en las jornadas más ‘duras’ de la huelga de celo. Varias de estas intervenciones afectaron a autobuses de la misma línea y en un breve lapso de tiempo, por lo que el servicio en esas rutas sufrió graves afecciones.


El Ayuntamiento abrió entonces una investigación y decidió incoar expedientes sancionadores a diez agentes de la Policía Local por secundar la huelga de celo. La instructora del caso recibió las alegaciones de los policías, y según apuntaron fuentes municipales, aún no se ha tomado ninguna decisión. El conflicto se ha enfriado después de que el Ayuntamiento y tres sindicatos (CC. OO., CSIF y OSTA) llegaran a un principio de acuerdo sobre el calendario de la plantilla, uno de los principales motivos de fricción. Además, el sindicato CSL, señalado por el Ayuntamiento como el instigador de la huelga de celo, levantó las medidas de presión.


El concejal de IU Raúl Ariza preguntó por este asunto en la comisión de Servicios Públicos, y la responsable del área, Carmen Dueso, detalló que los retrasos acumulados en el servicio ascendían a "siete horas". Además, añadió que su departamento no va a imponer sanciones a Auzsa por estos motivos, sino que a la empresa se le restan dinero de las certificaciones mensuales "por los temas que nosotros controlamos", como la puntualidad, la limpieza de los vehículos...


Sanciones a la empresa


De hecho, el Ayuntamiento resta todos los meses alrededor de 100.000 euros de la certificación que gira la empresa por sus servicios, para compensar las sanciones que le impone por sus incumplimientos. Según comentó ayer Carmen Dueso, también a pregunta de IU, en agosto esta cuantía ascendió a 107.911 euros.


"La empresa prefiere pagar las sanciones antes que mejorar el servicio", señaló Raúl Ariza, quien instó al Ayuntamiento a que "sancione más duramente los incumplimientos reiterados" que comenta Auzsa. Dueso recogió el guante y señaló que ya se ha abierto un expediente por estas repeticiones en las infracciones.