La Policía Local multó a 46 buses durante su huelga de celo

El Ayuntamiento cifra las molestias generadas por la actuación policial en más de 7 horas de retrasos.

Protesta policial ante las puertas del ayuntamiento de Zaragoza
Protesta policial ante las puertas del ayuntamiento
J.M. Marco

La Policía Local de Zaragoza paró y multó a un total de 46 autobuses urbanos durante los días más intensos del conflicto laboral que protagonizaron a finales del pasado mes de septiembre y principios de octubre. Así lo asegura al menos el área de Servicios Públicos del Ayuntamiento, que cifra en más de siete horas de retrasos las molestias generadas por esta actuación, enmarcada en una polémica huelga de celo.


Los datos fueron hechos públicos este martes en la Comisión del ramo por la consejera municipal Carmen Dueso en respuesta a una pregunta planteada por el portavoz de IU, Raúl Ariza, quien no ve justificables estos actos “por mucho que se puedan hacer legalmente”.


Precisamente estas intervenciones policiales fueron en buena medida las que propiciaron la apertura de diez expedientes disciplinarios por parte del Ayuntamiento, al considerar que los agentes “se extralimitaron en sus funciones”, según señaló el vicealcalde de la ciudad, Fernando Gimeno.


En un mismo día, la Policía llegó a parar 23 autobuses para inspeccionarlos 'in situ'. Los motivos de sanción, de lo más variado: desde un sistema de luces defectuoso -una de las más recurrentes-, hasta el mal estado de los neumáticos, pasando por problemas con la documentación, la emanación de humos... Y los que salieron peor parados de este conflicto fueron, de nuevo, los usuarios, ya que en muchos casos se procedió al desalojo de los buses.

Medidas de presión

Fue una de las medidas más importantes de presión que impulsó el sindicato CSL tras anunciar que pasaban a “trabajar a reglamento”, la forma de denominar esta especial vigilancia a posibles infracciones que tienen lugar en la capital aragonesa.


Pero no fue la única. Pocos días después, varios agentes sancionaron a todos los vehículos municipales aparcados de forma irregular en los aledaños del consistorio, en la plaza del Pilar. Una práctica tan habitual como dañina para la imagen de uno de los espacios más turísticos de la ciudad. En esta ocasión, la batida de multas interpuestas sirvió para desplazar los coches a otros lugares.


Tampoco se libraron los propios automóviles policiales, ya que CSL denunció ante la Inspección de Trabajo las condiciones en las que, según el sindicato, deben trabajar los agentes de la Policía Local al mando de los vehículos radar y los conocidos Multacar.