Pedaleando en familia por una escuela diferente

Una familia lleva varios meses viajando en bici por el mundo y grabando un documental. Ahora han llegado a Zaragoza.

Diego, Diana y Jara, con sus bicis en la calle Alfonso
Pedaleando en familia por una escuela diferente
P.F.

"¿Y si cogemos las bicis y nos vamos de viaje?", se preguntaron un día Diego Gutiérrez y Diana de Horna, una pareja de madrileños afincados en Tenerife preocupados por la educación que se transmite en las escuelas. Cogieron las bicis plegables, los remolques y una cámara, y con su hija Jara de 2 años se lanzaron a la aventura en marzo. Han recorrido 8 países conociendo y grabando experiencias pedagógicas diferentes. Ahora han recalado en Zaragoza.


"La escuela tradicional no está basada en las necesidades de los niños, no respeta sus ritmos de aprendizaje ni su curiosidad innata. La escuela fomenta la pasividad y la memorización, y aniquila el desarrollo de la imaginación. Creemos que se puede educar de otra manera y en eso basamos nuestro proyecto. Queremos conocer y difundir pedagogías que centran su atención en el proceso de desarrollo de los niños, no en el currículum. Queremos redescubrir la pasión de aprender en libertad", cuenta Diana, mientras Jara explora a su ritmo los escaparates de la calle Alfonso de Zaragoza.


Diego y Diana llamaron a su proyecto "Esto no es una escuela", que en realidad es un viaje, un cuaderno de viaje y un documental en ciernes. Entre marzo y julio viajaron por Francia, Alemania, Holanda, Inglaterra, Dinamarca, Suecia y EE.UU, visitando distintos colegios y experiencias educativas. En septiembre comenzaron la ruta por España. En su web cuentan el viaje y mientras, van grabando entrevistas con educadores y padres. En Zaragoza dieron una charla el viernes en la sede de Podemos y han hecho varias entrevistas, entre ellas a Antonio Aramayona, miembro de Marea Verde.


En este año han recorrido más de 30.000 kilómetros en bici, avión y tren. Solo en España han pedaleado más de 1.000 kilómetros. Jara viaja sentada en una silla en la parte delantera de la bici y en los remolques cargan el equipaje y el material de grabación. Se alojan en casas de amigos o de gente con la que contactan por internet.


"En otros países funciona muy bien una red de alojamientos para cicloturistas: Warm Showers. En España es menos conocida. Mucha gente sigue nuestro viaje por las redes sociales y nos ofrecen casa. Zaragoza es una de las ciudades más acogedoras. Cuatro familias nos han ofrecido quedarnos con ellos", cuentan.


Defienden las ventajas de la bicicleta como un medio de transporte sostenible y seguro. "La bici nos permite viajar a un ritmo tranquilo, con tiempo para absorber y disfrutar los paisajes que cruzamos. Además, es un medio muy sociable porque siempre nos para alguien para preguntarnos por nuestro viaje y es una oportunidad para contarles lo que estamos haciendo", señalan.


Su estancia en Zaragoza termina este miércoles y luego seguirán pedaleando a Pamplona, Bilbao, Gijón, Galicia, Madrid y vuelta a Tenerife. El viaje en bici terminará el 1 de enero, cuando se acabe el periodo de excedencia de un año que han solicitado en sus trabajos: Diego es ingeniero aeronáutico y Diana, psicóloga, y los dos trabajan como técnicos de Aena. El viaje lo financian ellos con sus ahorros.


"Pero este viaje geográfico es en realidad el inicio de otro viaje más importante: el viaje interior, vital, con el que recuperamos la mirada del niño que una vez fuimos y empezamos a atisbar la relación entre el aprendizaje, nuestras emociones y la libertad. Queremos que nuestros hijos sean felices y disfruten aprendiendo, no sólo en la escuela sino a lo largo de toda la vida", apuntan.