El microscopio se cuela en las cerrajerías

La capital aragonesa será la sede del primer Centro de Cerrajería Forense de España, un laboratorio que trabajará de la mano de la Policía y las aseguradoras para desentrañar las huellas en forma de marcas que dejan los delincuentes al forzar las puertas

José Luis Gª de Vicuña, de pie, y Manfred Göth, director del Laboratorio de Cerrajería Forense de Alemania.
El microscopio se cuela en las cerrajerías
Oliver Duch

El mazo y la pata de cabra, otrora imprescindibles en el ‘atrezzo’ de cualquier revienta pisos, han pasado a la historia. Ahora, se imponen el ‘bumping’ y las ganzúas eléctricas, técnicas de los maestros cerrajeros que los delincuentes han adoptado para perfecionar sus golpes. De hecho, actualmente son capaces de desvalijar una vivienda sin dejar apenas una muesca en el bombín de la puerta. O eso es lo que hasta ahora se creía, porque lo que pasa inadvertido al ojo humano no se le escapa al microscopio. Y los cerrajeros han empezado a convertir sus talleres en laboratorios para estrechar el cerco a los delincuentes. A ellos y a quienes tratan de engañar a las aseguradoras fingiendo ser víctimas de robos inexistentes.


La Unión de Cerrajeros de Seguridad (Uces) se ha propuesto lavar la cara a un sector estigmatizado a causa del intrusismo y de los pocos perjuicios de algún profesional del ramo. Y lo primero que ha hecho es tender su mano a la Policía y a las compañías aseguradoras, con las que trabajará de forma más estrecha cuando se ponga en marcha el primer Centro de Cerrajería Forense de España. "Ese centro va estar ubicado en Zaragoza, donde llevamos ya muchos años impartiendo cursos a compañeros de todo el país, e incluso extranjeros", señala el vicepresidente de Uces, José Luis García de Vicuña.


El objetivo es trasladar las técnicas forenses al sector de la cerrajería, algo que ya se hace desde hace años en Europa. "No hay un ladrón que no deje huella en forma de marcas o raspados. A veces, resulta muy difícil localizar esos arañazos en el mecanismo de la cerradura. Pero están ahí y pueden descubrirse", asegura Manfred Göth, director del Laboratorio de Cerrajería Forense de Alemania. El experto, que trabajaba antes como policía especializado en criminología, está considerado una eminencia en su país y esta semana ha visitado la capital aragonesa para preparar los cursos que se impartirán en noviembre en el primer Foro Nacional de Cerrajería de España, que se celebrará en Madrid.


La Uces ha invitado a estas clases a 200 mandos policiales, ya que el robo en interior de viviendas es un delito en alza y estas técnicas pueden contribuir a esclarecer muchos más casos. "Una sola aseguradora ha conseguido ahorrarse 20 millones de euros en un año recurriendo a los informes de los cerrajeros forenses", recuerda Adalbert Wendt, presidente del European Lockmaster Group, quien también ha visitado estos días Zaragoza. Como propietario de más de 40 patentes de herramientas de cerrajería, reconoce que hace falta un mayor control, ya que los amigos de los ajeno han encontrado un filón en internet. "No solo aprenden técnicas, sino que pueden comprar en tiendas online un instrumental al que aquí no pueden acceder", dice.


El Centro de Cerrajería Forense de Zaragoza permitirá investitar la manipulación de cerraduras de todo tipo. También analizará llaves de vehículos sustraídos, con el objetivo de verificar su integridad y determinar si existen indicios de reproducción mediante procedimientos de palpación o moldeado. Sus especialistas también podrán leer los componentes electrónicos y compar los datos con los que el fabricante tiene almacenados.