La Sareb acepta un alquiler social de 150 euros para las familias del edificio de El Gancho

El principio de acuerdo llega a los ocho inquilinos, incluidos los tres que estaban de okupas.

Stop Desahucios se concentró ayer ante el Pignatelli para pedir un cambio en la política de vivienda.
La Sareb acepta un alquiler social de 150 euros para las familias del edificio de El Gancho
G. Mestre

Stop Desahucios informó ayer de un nuevo avance en la negociación que está manteniendo con la Sareb –el llamado banco malo– para buscar una salida conjunta para las ocho familias que viven en el edificio del barrio de El Gancho que esta plataforma ha "recuperado". En concreto, las partes han acordado que los miembros de cada hogar paguen un alquiler social de 150 euros, con independencia de que estuvieran residiendo allí en la época en que el inmueble pertenecía a un promotor o que entraran después como okupas (este es el caso de tres de las ocho familias). La Sareb ya había aceptado en la primera fase de la negociación que estas últimas personas formaran parte del acuerdo, pese a que el banco malo se había negado en un principio, ya que Stop Desahucios había exigido esto como requisito indispensable antes de sentarse a hablar.


La plataforma calificó de "éxito" este avance, sobre todo teniendo en cuenta que la primera oferta de la Sareb había sido de un alquiler social de 250 euros. No obstante, la negociación continúa abierta en estos momentos y ahora se centra en alcanzar un acuerdo para el pago de la deuda que arrastran algunas familias. Se está hablando de la posibilidad de hacer algún tipo de quita y un calendario de pagos adaptado a su situación económica –hay que recordar que todas estas familias están en el paro–, aunque las partes prefirieron no concretar nada por el momento precisamente porque se está en plena negociación. La deuda que arrastran los inquilinos que estaban viviendo en régimen de alquiler ronda los 6.000 (eso es lo que les pedía la Sareb).


La historia de este inmueble, bautizado como ‘La Esperanza de El Gancho’ y que se encuentra en la calle de Mariano Cerezo, se remonta a 2005, cuando un empresario lo levantó y empezó a comercializar las ocho viviendas en régimen de alquiler. Algunos de los inquilinos viven allí desde esa época. Pero, al llegar la crisis, este promotor se fue a concurso de acreedores y Caja España tuvo que quedarse con la propiedad del inmueble en mayo de 2012. Desde ese momento, según Stop Desahucios y los residentes, ningún responsable de este banco se preocupó por la situación del edificio –sufrió desperfectos en el tejado e inundaciones en los trasteros, que tuvieron que arreglar los propios vecinos– y tampoco se les atendió convenientemente en la sucursal. Fuentes de Caja España negaron en su día estas afirmaciones y aseguraron que se estuvo en contacto constante con ellos.


Esta entidad transfirió este inmueble a la Sareb en noviembre de 2013 al considerarlo un activo tóxico y, según los vecinos, tuvieron que enterarse de ello por un burofax en el que también se les informó de que cada familia adeudaba unos 6.000 euros por impagos del alquiler a Caja España. Una cantidad que aseguraron que no podían pagar porque todas estas familias están en desempleo. La Sareb pidió entonces a los juzgados una orden de desalojo para cuatro familias, que debía ejecutarse a mediados de julio, pero con la llegada de Stop Desahucios el mes anterior se abrió una vía de negociación que permitió suspender los lanzamientos.Otras 12 viviendas "recuperadas"

Este inmueble de El Gancho es el primer edificio conjunto que Stop Desahucios Zaragoza ha "recuperado", dentro de lo que han bautizado como su "obra social". La plataforma busca que familias en riesgo de quedarse en la calle –o que ya lo están– puedan vivir en pisos vacíos de inmobiliarias y bancos, especialmente de la Sareb o de entidades rescatadas. Desde la plataforma aclaran que en ningún caso se está hablando de domicilios que arrienden particulares. Los beneficiarios deben ser siempre "deudores de buena fe en situaciones sobrevenidas por la crisis" y todos ellos reciben ayuda de un trabajador social y son solicitantes de una vivienda pública.


Recientemente, Stop Desahucios anunció la "recuperación" de otras 12 viviendas, en este caso sueltas (no de un mismo edificio). En algunas de ellas viven personas de okupas, aunque desde la plataforma aseguran que ningún miembro ha ocupado una casa, ya que a estas personas solo las están asesorando:entraron por su cuenta y después acudieron con esta situación a pedir ayuda a la asamblea.