El Tubo de Zaragoza empezó ayer sus fiestas a golpe de tambor. Las estrechas calles favorecieron la resonancia del redoble de la batukada que se paseó por las céntricas calles del Casco Histórico. La percusión hizo que zaragozanos y turistas se asomaran a la calle y volvieran la cabeza desde bares y terrazas.

Pilar Arantegui, de cinco años, tiene la misma edad que estas fiestas de El Tubo. Nació el mismo año que empezaron a celebrarse los primeros actos: en el 2008."No hemos dejado de venir ninguna vez", cuenta Eva, la madre de Pilar."Yo nací en este barrio, y mi madre también, en el número 4 de la calle de los Estébanes", añade. 

El caso de Rosana Pérez es contrario al de Eva. Es forana y las fiestas no han hecho otra cosa que mejorar sus planes. Es hija de una familia numerosa de nueve miembros que se han reunido en la ciudad para celebrar el cumpleaños de su padre."Soy de Valencia, y otros familires vienen de San Sebastián. Nos hemos juntado en Zaragoza porque era el punto intermedio, pero no teníamos ni idea de que había fiestas, que nos pillan de pura casualidad. Parece que la ciudad va a celebrar con nosotros el cumpleaños". Los actos infantiles tienen mucho tirón en estas fiestas."Aquí el niño arrastra al padre", cuenta Miguel Ángel Almau, miembro de la Asociación de Comerciantes y uno de los organizadores de los festejos."En estas estrechas calles nos conocemos todos y hay muy buen ambiente, pero hay que tener cuidado con las copas, que un año, después de tanto vermú, unos padres se dejaron atrás al niño durmiendo", recuerda Miguel Ángel.

Estaba previsto que la noche terminara con un concierto de rock clásico en la plaza de Sas. Hoy por la mañana habrá otro pasacalles musical y sainetes en los balcones, y por la tarde, la actuación infantil ‘Lu de Lurdes’, otro espectáculo de música y humor desde los balcones, y ‘dixie’ y jazz por las calles.