El preso de Zuera en huelga de hambre dice que también ha dejado de ingerir líquidos

Su abogada afirma que Bibiloni tuvo que ser trasladado a la enfermería la noche del jueves tras sufrir un desmayo. 

Sebastián Bibiloni Palmer, de 48 años.
El preso de Zuera en huelga de hambre dice que también ha dejado de ingerir líquidos

El interno en Zuera Sebastián Bibiloni Palmer, de 48 años, anunciaba este miércoles a su abogada su intención de dejar de ingerir líquidos, decisión que se añade a la huelga de hambre que inició hace 35 días, según ha denunciado su letrada, María Pilar Alda, que asegura que la noche del jueves sufrió un desmayo que produjo su traslado a la enfermería de la prisión. El preso comenzó la protesta después de que la institución penitenciaria le denegara un permiso ordinario el pasado mes de julio.


La letrada zaragozana a cargo del caso asegura que su cliente “no puede más”, y que se ha cansado de la indiferencia de las Instituciones. “Nadie le hace caso y va pasando el tiempo. Está cada día peor, ha perdido 20 kilos en un mes y ya ni siquiera coordina lo que dice”, explica Alda.


Bibiloni, natural de Palma de Mallorca, inició la huelga de hambre el pasado 3 de julio después de que la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario le denegara un permiso ordinario, y rehusara adelantarle la cita para la revisión de grado, prevista para septiembre, y con la que tendría acceso a la condicional. “Tan solo un mes antes de que quede libre”, lamenta Alda.


El interno fue condenado a 8 años y medio de prisión por cuatro delitos de estafa, aunque, según ha notificado su letrada, “podría disfrutar del tercer grado desde hace tres años ya que cumple todos los requisitos”. La abogada, que visitó este jueves al interno, asegura que su cliente está “muy desmejorado” y que "pronto tendrá que ser traslado al hospital".


Fuentes de la prisión de Zuera han confirmado que el preso continúa con la huelga de hambre pero que, por el momento, no peligra su salud, y que está sometido a un control médico riguroso diario. Si bien, desde Instituciones Penitenciarias continúan sin pronunciarse al respecto.

 Un historial complicado

Sebastián Bibiloni ingresó en la cárcel de Palma de Mallorca en 2006, donde ya inició una huelga de hambre que se prolongó durante más de dos meses. Desde allí, el preso fue trasladado a Ibiza en 2010 donde permanecería otros tres años.


Fue el pasado mes de noviembre cuando, tras mantener una segunda huelga de hambre de 58 días y sufrir un fallo renal, tuvo que ser trasladado al centro penitenciario zaragozano. 


Hace un año, otro interno mantuvo otra huelga de hambre y el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 ordenó que fuera alimentado de manera forzosa. Fuentes penitenciarias señalaron este viernes que si se detecta una pérdida de peso considerable se comunicará al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria para actuar de la misma manera.